DESDE TAN LEJOS

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sin entender lo que decía, en un disco viejo y añoso de su padre, mientras sin darse cuenta iba enamorándose de la pasión contagiada de aquellas palabras cantadas que no entendía : “Amapola, lindísima amapola, no seas tan ingrata, ámame, amapola, amapola, cómo puedes tú vivir tan sola . . .”

Desde Calgary, Canadá, desde donde Lucille se empeñó hace muchos cursos a enseñar el español de aires mexicanos, de raíz castellana, a tantos niños y jóvenes canadienses que gracias a su profesora han ido descubriendo el idioma español, casi con la pasión con que fue capaz de cautivar a la profesora que ahora les ha animado a escribir algún poema, exactamente, en “español”.

Y con el entusiasmo juvenil de quienes se atrevieron a perder el pudor de escribir unos versos en “español”, como para que sea reconocido su esfuerzo publicando el poema que me han enviado desde . . . Calgary, Alexis Giannelia y Joost Willemse.

Y que paso a transcribirla:

EL TIEMPO QUE PASA”:

Si yo hubiera vivido durante los años treinta,/ habría experimentado la pobreza de la Gran Depresión./ Toda la gente vivía sin nada,/ sin dinero, sin ropa, sin esperanza, pero con hambre./ Era una época muy dura, pero sobrevivimos”.

Resulta muy aleccionador no olvidar aquello de que “los pueblos que no recuerdan su pasado están condenados a repetirlo”. Y más cuando son jóvenes quienes pretenden no olvidarlo.

Si yo hubiera vivido durante los años sesenta,/ habría asistido a Woodstock./ Muchos jóvenes compartieron el evento juntos./ Había jubilación, había emoción, había cooperación, pero no había guerra./ Era simbólico de un cambio de mentalidad”.

Con la nostalgia de los tiempos que prometían alcanzar la felicidad, a través del alma solidaria y fraternal, cantando al sueño que nos hizo imaginar un mundo mejor.

Pero vivo ahora, en el año 2.011,/ y la tecnología está avanzando./ todo el mundo está conectado,/ con el internet, con teléfonos celulares, con la televisión, pero sin paz./ Es un tiempo para crecimiento./ Porque vivo en un país desarrollado,/ con lujos que yo no aprecio suficiente./ Tengo seguridad, tengo igualdad, tengo libertad, pero sin perspectiva./ Hay muchas personas que tienen menos suerte,/ Viven con discriminación , con miedo, con pena, pero sin educación./ Hay esperanza”.

En un diagnóstico visto desde la óptica juvenil, de quienes viven dentro del magma actualizado que los va aniquilando, tal vez porque van perdiendo “la perspectiva” . . .

Si yo hubiera vivido en el futuro,/ en una época lejana,/ no hay duda que yo habría vivido en un mundo mejor./ Con paz, con falta de pobreza, con oportunidad, y sin desigualdad./ éste es el mundo que me imagino./

Si yo hubiera vivido en el futuro,/ en una época mejor./ Yo quisiera que el mundo se superara,/ que hubiera felicidad, que hubiera generosidad, que hubiera humanidad,/ donde nadie se preocupara./ Con eso sueño yo”.

Tan lúcidos los jóvenes que, al cabo, se sienten víctima, a pesar de que solo quedarán los sueños porque . . . lleguen a cumplirse.

Desde Calgary, desde cada rincón donde un par de jóvenes sean capaces de detenerse a reflexionar, tal vez para escribir unos versos, tal vez para acogerse al protagonismo que les permita vivir . . . más intensamente.

Torre del Mar mayo – 2.016