Mucho se ha escrito en el Palo de Dijuma, la obra parada en el huerto del Caramelito, y mucho han luchado los vecinos para defender sus derechos. El día 15 de Junio de 1982, se reúnen en el ayuntamiento, Pedro Aparicio, Alcalde de Málaga, un representante de Dijuma, y otro de la Asociación de Vecinos, para firmar el compromiso urbanístico que decidirá el futuro de la obra de Dijuma. Pero recordemos por orden:
- EL AYUNTAMIENTO ANTERIOR NO DEFENDIO LOS INTERESES DEL BARRIO
En Febrero de 1979 el ayuntamiento anterior concedió una licencia a Dijuma para diez edificios de diez plantas, sin obligar a la promotora a ceder la zona verde de 5.000m2 que el propio Ayuntamiento le había asignado en un Plan de urbanismo.
La Asociación de Vecinos protestó y no fue escuchada.
- UNA LARGA LUCHA
En el Palo, el inicio de la obra causó indignación, ya que se pretendía robar un espacio público cuando tanta necesidad tenía el barrio de él.
Denuncias, hojas informativas, programas de radio, escritos al periódico, y manifestación ante la obra. Corría la primavera de 1979 y con ellas llegaron las elecciones municipales en las que se eligieron a los nuevos ayuntamientos Democráticos. Este Ayuntamiento atendió desde el principio el recurso de los vecinos, y paralizo la obra: aún arriesgándose a perder un pleito, pero entendiendo que por encima de todo estaba el derecho de las gentes del barrio.
La Asociación nombró a su abogado ante el tribunal de Granada, el letrado Antonio Tastet Díaz, que con tanto esfuerzo y acierto ha defendido el tema.
Al final del largo proceso, el juez da la razón al barrio, y anula la licencia que tenia Dijuma. A partir de este momento de negociación con la promotora ha sido relativamente fácil.
- LOS ACUERDOS
El Ayuntamiento concede nuevo permiso para construir 200 viviendas y locales comerciales en bloques de siete plantas, con una superficie que es un 20% MENOR de la que antes tenía Dijuma. La promotora cede los 5.000m2 de terreno en el lugar que han pedido los vecinos (al Sur junto a la carreterita) aunque desperdician las cimentaciones ya hechas para dos bloques. Este terreno será para jardín o grupo escolar.
La promotora construye un local de 300m para uso público (social, hogar del jubilado, biblioteca…) y lo cede al Ayuntamiento gratuitamente.
Dijuma, cede igualmente terreno al ayuntamiento para que se puedan construir 84 viviendas sociales (84 familia con pocos recursos, en vez de ir a vivir a las Palmillas, podrían vivir en una de las mejores zonas del Palo. La promotora aporta SIETE MILLONES Y MEDIO DE PESETAS, para construir el jardín o hacer otra obra pública en el barrio.
- EL TRIUNFO
Comparemos los triunfos conseguidos y recordemos que antes se reclamaba los 5.000m de jardín.¡ Se ha conseguido muchísimo más ¡. Y esto no es el cuento de la” lechera” , sini que ahora la gente sabe defender sus derechos, y que el nuevo Ayuntamiento ha defendido los intereses del barrio.
Si la promotora hubiera cedido lo que se le pedia en 1979, habría ganado mucho más. En 1982 ha perdido un 20% de superficie vendible y ha tenido que ceder 7.600m,( un 30% de su solar).
Han hecho falta tres años de lucha, un poder democrático municipal y una tribuna para obligar a los promotores a respetar la ley. La época de la especulación fácil, y el hacer grades negocios a costa de la necesidad de viviendas de la gente, parece que va pasando.
Por último, hay que destacar tres cosas:
1) A pesar de todo lo que ha perdido la promotora, las viviendas NO SE ENCARECEN, ya que son de Protección Oficial, y su precio lo fija el Ministerio de la Vivienda. Lo cual demuestra, que aún cediendo mucho, siguen ganado dinero, y por tanto que antes, al no ceder nada se forraban a costa de los compradores de pisos.
2) Algunos promotores han dicho que el detener una obra (ilegal ) es la causa del paro en la construcción y que había que facilitar los permisos para disminuir el paro. Lo único que ellos estaban tratando es de hacer fraudes amparándose en un paro de trabajadores, que la mayoría de las veces está originado por los que teniendo dinero se los lleva a Suiza.
Los vecinos tenemos que defender nuestros derechos. Y una vez que se cumpla la ley, que se construya todo aquello previsto en los planes de urbanismo ¡Ahora, en el Palo, en la obra de Dijuma, volverá haber trabajo ¡
3) Cuando los vecinos se unen para reclamar sus derechos, y saben defenderlo pueden conseguir éxitos como el de Dijuma. El cuál ha representado hoy, un gran logro para el Palo, y para todo el Movimiento Ciudadano.
El vocal de Acción Pública.