¿Dónde está Rajoy?

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Sabido es también que un principio básico de la política es que los segundos están llamados a dar las malas noticias y que, por tanto, los ministros están para evitar que el presidente se queme. Siendo esto así, la situación excepcional que atraviesa España y las medidas también excepcionales que está tomando el Gobierno (recortes, subidas de impuestos…) exigen que sea el nuevo presidente quien explique los pasos que ha dado.

El prolongado silencio de Rajoy no se compadece con lo que están haciendo algunos de sus homólogos europeos y sorprende aún más en alguien que ha pretendido hacer de la certidumbre una de sus señas de identidad como gobernante y que se comprometió en su discurso de investidura a llamar al “pan, pan y al vino, vino”.

Fuente: Diario El País

Rajoy ganó las elecciones con el compromiso de no subir los impuestos y de, si era posible, bajarlos. A la vista está: se trata de un compromiso incumplido de forma flagrante. Hay que tener presente que Rajoy, además de jefe del Ejecutivo, se ha reservado la presidencia de la comisión delegada de asuntos económicos. Y que ha sido él quien ha renunciado a tener una vicepresidencia económica y ha optado por tener, en plano de igualdad, un ministro de Hacienda y otro de Economía, un diseño que previsiblemente suscitará tensiones entre ambos departamentos.

La estimación del desvío del déficit ya ha originado las primeras contradicciones entre Cristóbal Montoro y Luis de Guindos, además de la exótica irrupción del ministro del Interior en el debate (¿se imaginan al titular de Hacienda hablando del acercamiento de presos de ETA sin autorización del de Interior?).

Todavía causa sonrojo recordar cómo los dirigentes socialistas se negaban a pronunciar la palabra crisis en 2008 y utilizaban eufemismos como desaceleración, turbulencias o atenuación del crecimiento. Ese vivir de espaldas a la realidad le ha costado, a la postre, muy caro al PSOE. Rajoy lo sabe mejor que nadie, de ahí que su silencio resulte más llamativo en estos momentos.

Si ya nos sorprendimos cuando Zapatero dijo que bajar impuestos también era de izquierdas, Rajoy, por la vía de los hechos, ha sorprendido demostrando que subirlos también es de derechas. ¿Lo ocurrido en los últimos días es certidumbre? ¿Es esto llamar al pan, pan y al vino, vino?

Por cierto, ¿dónde está Rajoy?