Porque ahora ya el Ébola anda amenazando con salirse del gueto negro y africano, siquiera por los misioneros infectados que pueden llegar a ser atendidos fuera de su tierra de misión.
Como una amenaza terrible más junto al paludismo que mata un niño africano cada minuto, junto a la malaria, la diarrea, la meningitis, la tuberculosis, el sarampión, la sífilis, la hepatitis B, la encefalitis. . . con millones de víctimas todos los años. . .aunque ahora nos ocupe el Ébola con cerca de 1.000 muertos ¡nada más!
Y sin haber hablado del sida con un millón de muertos cada año.
Y sin hablar del negocio que enriquece a las empresas que lleva «nuestra basura» occidental y civilizada a dejarla en tierras africanas, de cualquier manera, sin rigor ni control. . .
y sin hablar de las pruebas experimentales médicas, farmacológicas en los negros africanos como si fueran «ratones de laboratorio». . . Y sin hablar de la explotación insaciable de sus recursos y materias primas.
Y sin hablar de demasiadas cosas que nos alejan tanto y tanto de ese cuarto o quinto mundo . . .que osadamente a veces intenta acudir al nuestro por si es verdad que sí es éste un paraíso.
Sin que hayamos hablado de las cuchillas que les aguardan, de su no derecho a la sanidad gratuita, pública y universal en, por ejemplo, nuestro país , España, mientras van sobreviviendo, los negros africanos, en condiciones infrahumanas. . .en el primer mundo soñado, mientras nosotros comenzamos a tener miedo por si el virus del Ébola llega a acercarse más de lo que pueda resultarnos peligroso. Torre del Mar 14 – agosto – 2.014