ETA, 8 de abril de 2.017, ha entregado las armas, o así. ETA derrotada, ETA sin haber pedido perdón, ETA sin haberse autoliquidada, incólume en sus principios de cuando fue fundada, en razón de la sinrazón por haber abrazado la agresión violenta y el atentado mortal, ETA fallida definitivamente, sin ¿lucha armada? . . . que argüir, en un conflicto irresoluble al que pretendieron acogerse, gracias a la complicidad de miles y millones, erigida la ETA . . .como representante de un pueblo vasco que callaba y sonreía, sufría y ofrecía heridos y muertos . . . por una independencia inexpugnable, soñada, maldita pesadilla. Cuando se mataba por ¿la liberación del pueblo vasco?.
ETA en la encrucijada, por explicarse. ETA habiendo dañado gran parte del pueblo vasco, ¿en su nombre contra ese mismo pueblo que callaba o clamaba? . . .con la sangre derramada que jamás se diluirá en el asfalto del olvido. Porque el dolor es insuperable, en aras de fines políticos supuestos, porque la metástasis ha hecho estrados, instalada, aniquilando trozos de carne humana, de pensamiento noble y decente, aunque se disimule.
Porque el problema ya no es ETA, vencida y doblegada, desaparecida en la desmemoria de los cobardes que aún no se han avergonzado.
El problema subyace en las ideas que corren por demasiadas venas que no mataron, que no matarán, pero que aprendieron a odiar, inoculada la empatía, la capacidad de convivir con humanidad, sujetos a la sinrazón de una supremacía inventada y asesina, en aras de una Arcadia inexistente, falsa, bruñida de mentiras folklóricas, tradicionalistas, viles y perversas. En nombre de quienes . . . calaron y jalearon, se chivaron y asintieron. . . bajo el latigazo letal de las armas y los atentados, bajo el silencio de la cobardía, bajo el aullido del odio soterrado, de una autoestima impostada, ahora que rumia la derrota . . . quienes habían y han callado y disimulado.
Mientras ETA monta el escenario y rinde armas, sin pedir perdón, sin ponerse al servicio de las víctimas que jamás podrán ya sonreír, que ya no volverán a vivir descuidadas . . . porque siempre se tendrá la mirada alerta para "acusar, excluir, condenar, separar . . . a quienes no son del pueblo elegido".
"Mi padre fue maketo durante dos años, tras haberse casado con mi madre que era natural de Bilbao, mientras que mi padre solo era un maketo de Burgos.
Luego ya se le desvaneció el sobrenombre de maketo como si de una concesión se tratara".
ETA es pasado y es presente y futuro mientras la cizaña siga sembrada.
Porque la dignidad, la decencia, la fraternidad, el respeto mutuo hayan de seguir pendientes de ser sentidos como algo natural y generalizado.
ETA entrega las armas y pretende ¿ser homologada . . .como inocua?.
Torre del Mar 8 – abril – 2.017