EL AMOR

  • Categoría de la entrada:Opinión

El amor insaciable, el amor plegado ante el macho alfa, ante el grandísimo amor ensalzado y amado hasta la extenuación, hasta la inanidad del ser amante, de la amadora inactivada, ¡por el cariño verdadero que empaña la razón!.

                        El amor ensalzado y enaltecido a la anulación inevitable de la personalidad, entrega asegurada y máxima, por razón de quién confiesa su amor sin reservas, su amor aturdido, su amor incontestable y. .  .¿atenuante?,. . .  ¿narcotizado?,. .   . ¿anestesiado? ., . . .por razón indefendible e indefinible de la torpeza mental, . . .¿supuesta o sobrevenida?, . . . ¡por tanto amor acumulado!

                        El amor sobrevalorado. .  .de la infanta real o de la porquera insignificante, ¡venteado y publicitado el amor castrador, el amor que no es amor, después de todo si solo se pretende la anulación de la parte amadora, ¡tan femenina! según la oficialidad reinante de la hipocresía y el machismo galopante, para defender lo indefendible.  . .cuando se trata de mujeres culpables que anteponen el amor ciego y estúpido a su propio desarrollo personal e integral.

                        El amor como gran argumento de la defensa, el amor impresentable, el amor humillante para la mujer que arguye entrega bobalicona. . . mientras nos asegura que no sabía nada, que no se enteraba de nada, que su confianza era absoluta, que no era nada ante el gran macho dominante, que y con y a pesar de todo, una vez enterada del desaguisado, se pretende no querer seguir sabiendo  nada, con la conciencia de puro adorno y la moral desenchufada, por si llega a resultar que en algún momento tiene que decantarse por la decencia o la indecencia, con el amor en la picota de su vocación indestructible de amar. . . por encima de todo desmán.  

                        El amor catapultado a la idiocia consentida y adornada de pasión que no conoce la propia autoestima de quien defiende que solo el amor la cegaba. . . ¿o así? cuando resulta que igual . . . todo era y es mentira.

                        ¡Vaya uno a saber quién miente, quién finge . .  .amor!

                        Torre del Mar  17 – enero – 2.014