ALFONSO VÁZQUEZ Las catástrofes y los fenómenos climáticos han marcado, más que las inauguraciones, la vida de Málaga. Aunque han quedado borradas por el tiempo las fechas de inundaciones y epidemias del siglo XVIII para atrás, todavía hay malagueños que retienen en la memoria, quizás por ´tradición familiar´ el año 1884, fecha del terremoto.
De hecho, un ´simbólico estrago´ puede verse todavía en el obelisco de la plaza de la Merced, una de cuyas piezas se encuentra desplazada por el movimiento de tierra.
Lo mismo puede decirse de 1907. Quizás este año no diga mucho, pero sí la expresión malagueña que ha quedado para definir algo lejano en el tiempo: "Eso es del año de la riá".
De ese salvaje desbordamiento del Guadalmedina todavía quedan evidencias, que incluso están recogidas (y protegidas) por el PGOU. Es el caso del número 120 de la calle Emilio Thuillier, en Ciudad Jardín, que en el lado izquierdo de la fachada conserva una lápida de mármol blanco con la inscripción "Altura del agua en la avenida de la madrugada del 24 de septiembre de 1907".
No hay recuerdos físicos, salvo antiguas fotografías, de la nevada de 1954 que cubrió de blanco la ciudad de Málaga y quienes la vivieron no la han olvidado. Otro año ´inscrito´ en la memoria de los malagueños es 1989, el de las inundaciones. Hasta hace un par de años subsistió un ´recuerdo´ de este caótico despliegue del agua: los vecinos de Monte Pavero bautizaron como ´calle Hundida´ el tramo de vía descuajaringada por las lluvias y con el relieve calcado de una montaña rusa. Felizmente el Ayuntamiento reparó la calle acabando con este ´resto arqueológico-climático´.
En relación al fenómeno meteorológico que nos acaba de acariciar, su rotundidad y novedad han sido tan grandes, que aunque se reparen casas y naves, 2009 quedará como el año del ´tornao´ para muchos malagueños.
Eso sí, siempre y cuando esto de los tornados no se convierta en una constante, a partir del cambio climático del que algunos políticos todavía recelan. Pero incluso en ese caso, el título de ´el año del primer tornado´ no se lo quita nadie. Confiemos en que por muchos años sea el primero y el último.
Fuente:Opinión de Málaga