El Ateneo celebra sus cuarenta años de vida y pensamiento

P. GÁLVEZ. MÁLAGA Cuarenta años de dedicación al arte y al libre pensamiento quedan recogidos, de manera exhaustiva, en una exposición marcada por un motivo especial: la conmemoración del nacimiento oficial del Ateneo de Málaga, refugio de artistas y pensadores desde que se fundara en 1966.
Al recorrer los pasillos del edificio rehabilitado se descubren vitrinas con los recuerdos materiales más representativos del Ateneo: documentos fundacionales que incluyen varios escritos de Rafael Alberti y Severo Ochoa; dos tomos que recogen casi 500 dedicatorias de socios e intelectuales de todo el país e incluso una antología de poemas de Pablo García Baena, primer libro editado por el Ateneo.
Cientos de manuscritos, cartas y programas de conferencias que resumen "los momentos más importantes del Ateneo de Málaga", explicaba ayer, durante la presentación, el vicepresidente de la entidad cultural Luciano González, junto con el director de artes plásticas Antonio Suárez Chamorro y la comisaria Toñi Carneros, así como numerosos artistas malagueños que acudieron a contemplar las cientos de obras recogidas en la tercera sede del Ateneo.

Obras. Tres cifras son las que ahora cobran forma de fotografía, dibujo o escultura: 40 años, 266 obras y 144 artistas que en su mayoría sucumbieron ante la idea de formar parte de este proyecto común a través de donaciones. "Son dos exposiciones en una, de carácter colectivo y multidisciplinar que incluyen obras de numerosos artistas, aunque la mayoría son malagueños", apuntaba Carneros, al tiempo que analizaba alguna de las obras que llenarán las paredes del Ateneo hasta el próximo 13 de febrero.
La muestra bajo el título ´Ateneo de Málaga. Colección de Arte. 1968-2008´ camina de la mano del calificativo ´prestigio´; simplemente hay que conocer a las piezas y a sus ´padres´. La escultura ´Minidavid´ de Berrocal; las primeras creaciones de Enrique Brinkmann; dibujos de Rafael Pérez Estrada, así como varios lienzos del creador Fernando Wilson. "Una exposición que recoge gran parte de la producción artística internacional del panorama contemporáneo", señalaba Carneros, aunque la colección también expone una pieza del año 1861 del autor A. Schmitson.
Un patrimonio que el propio presidente de la entidad cultural malagueña Antonio Morales confiesa que "contiene los mundos propios de cada artista; artistas soñadores, generosos, profundos y utópicos". A ello se suman sus constantes esfuerzos por fomentar la cultura a través de conferencias, conciertos y jornadas.                           Fuente: La Opiníon de Málaga