La clausura se ejecutó en la madrugada del jueves 20 al viernes 21, coincidiendo con la celebración en La Carbonería del ochenta cumpleaños del cantante Paco Ibáñez. El destino quiso que el juez Baltasar Garzón estuviera entre los asistentes, que medió ante la policía.
La Carbonería es más que un lugar de encuentro, un espacio cultural necesario e imprescindible, con cuatro décadas de historia en la antigua judería sevillana. Además de suceder entre sus paredes parte importante de la historia del flamenco a partir de mediados de los setenta, son frecuentes los encuentros entre todas artes posibles, con gran cantidad de presentaciones de libros y recitales poéticos en su programación habitual. Por otra parte, amigos del local han abierto este fin de semana una recogida de firmas a favor de la apertura en https://www.change.org/p/ayuntamiento-de-sevilla-reapertura-inmediata-de-la-carboner%C3%ADa