El Ayuntamiento recupera la Policía de Barrio

El nuevo servicio de la Policía de Barrio comenzará a prestarse a partir del próximo mes de marzo, de manera gradual. Los agentes locales de esta unidad patrullarán a pie en los diferentes distritos con una metodología de trabajo que se irá instaurando de modo progresivo, rigiéndose su implantación por criterios objetivos de población, indicó Andrade.

Atención ciudadana. La idea es que el patrullaje a pie les permita estar presentes en todos aquellos lugares y zonas del distrito que por sus circunstancias específicas así lo requieran, como las zonas comerciales, las escolares o las de mayor afluencia y en las horas de mayor presencia ciudadana.

También estarán cerca de los malagueños en los actos populares que se celebran en la ciudad y en las zonas escolares.

Para ello, explicó el concejal, realizarán visitas a los comerciantes, contactarán con las asociaciones de vecinos y otros colectivos de forma habitual y mantendrán una comunicación directa con los responsables del distrito, potenciando, además, la Oficina de Atención al Ciudadano.

En principio, serán 60 los agentes asignados a este servicio de Policía de Barrio, que, según anunció el concejal, irá creciendo en función de las posibilidades y necesidades. Además, estos agentes estarán siempre reforzados por los policías en moto y en coche, además de por otros grupos.

El número inicial de 60 efectivos hace que, en principio, sean apenas seis los agentes que cubrirán este servicio por cada distrito.

Las tareas principales de estos agentes se referirán a la ordenación, señalización y regulación del trafico, así como la preservación del espacio público y la seguridad ciudadana.

De manera especial, la Policía de Barrio incidirá en la erradicación de aquellas conductas más molestas y que distorsionan la convivencia ciudadana, contando para ello, si fuera necesario, con el apoyo de otras unidades especializadas.

Los agentes que pasen a formar parte de esta unidad participarán de forma periódica en cursos especialmente diseñados y que abarcarán desde la atención a la ciudadanía hasta la formación continua legal, atendiendo a nuevas leyes, reglamentos u ordenanzas. En este trimestre, también se contempla la incorporación de bicicletas para que estos policías puedan recorrer un espacio más amplio.

Los comerciantes celebran la medida por su efecto disuasorio.  El presidente de la Federación de Comerciantes de Málaga (Fecoma), Enrique Gil, acogió ayer con satisfacción el anuncio del Ayuntamiento de recuperar la Policía de Barrio, «pues la presencia de los agentes en las calles es una medida disuasoria frente a la pequeña delincuencia y otros problemas».

Para Gil, lo importante es que este servicio se preste «en todos los barrios, será una medida que todos los comerciantes agradecerán, ya que cuando la Policía de Barrio funcionó hace unos años se notó mucho, esa es la verdad; parece poca cosa pero el simple hecho de que los agentes pasen o patrullen a pie por las calles da seguridad a los comercios y disuade al delincuente».

El jefe de la Policía Local, Fernando Cerezo, explicó que la idea es que sean siempre «los mismos policías los que patrullen por una zona determinada, para implicarse profesionalmente y conocer de primera mano los problemas habituales. Se trata, indicó Cerezo, de «un cambio de mentalidad, pues supone pasar de una policía que va cuando se le llama a otra que ya está allí cuando ocurre el problema, e incluso antes».

Cerezo reiteró que en principio serán unos 60 los agentes que iniciarán este servicio, un número que se irá ampliando según las necesidades. Para realizar estas funciones no es necesario ampliar la plantilla actual de la Policía Local, sino que todos los agentes que estén en las distintas comisarías de distritos son susceptibles de patrullar a pie, por lo que se contará con los efectivos disponibles en esta dependencias territoriales, contando también con el apoyo de unidades centralizadas como el Grupo Operativo de Apoyo (GOA), que está a punto de comenzar su actividad.

Fuente: Diario La Opinión de Málaga