El Ayuntamiento se vuelca con el ex senador García Duarte

LUCAS MARTÍN. MÁLAGA.

La Guerra Civil le pilló indignado y en mitad de la tropa, el franquismo en una cárcel y en cédulas clandestinas, la democracia en el Senado y las horas libres, en el sindicato. La vida de Antonio García Duarte, lúcidamente octogenario y socialista, compendia los principales avatares de este siglo y se ha hecho acreedora de la admiración de toda la clase política. Quizás por ello, su nombramiento como hijo adoptivo de la capital suscitó ayer el aplauso de todos los partidos, que se congregaron en el Ayuntamiento para rendirle tributo. Un homenaje que el azar quiso hacer coincidir con el aniversario de la malograda República, cosa que no se le escapó, y que redobló su entusiasmo a la hora de dirigirse al público y proclamar la defensa de la democracia.
Hijo de un destacado militante socialista, el antequerano García Duarte inició muy pronto su andadura política. A los 14 años se internó en las Juventudes Socialistas de Málaga, y durante la guerra, se declaró voluntario y obtuvo los grados de teniente y capitán, además del carné del PSOE. Finalizada la contienda, fue hecho prisionero y trasladado a varias cárceles, que abandonó definitivamente gracias a un indulto colectivo. No obstante, fue desterrado de Málaga, circunstancia que marcó el inicio de su exilio, primero en Barcelona y tras el acecho de la policía, en Francia.
Unas vicisitudes que no le impidieron continuar con su actividad política, que le encumbró como máximo responsable de las Juventudes Socialistas de Cataluña y puso en sus manos la oportunidad de convocar el primer congreso nacional de UGT. Un hito que no ensombrece otros logros de su trayectoria clandestina, entre ellos la dirección de la revista Le Socialiste o el cargo de senador, que ejerció durante cinco legislaturas, entre ellas la que dio lugar a la democracia.
Semejante biografía no podía caer en saco roto, sobre todo, porque estuvo acompañada de una tolerancia casi escrupulosa a las ideas contrarias. Una virtud que ensalzó la portavoz municipal del PP, Mariví Romero, que también aludió a su capacidad para perdonar los errores de sus adversarios.
Por su parte, el alcalde, Francisco de la Torre, resaltó el compromiso por la libertad del homenajeado, al que conoció en la primera etapa del proceso constituyente. Tampoco anduvo exenta de elogios la portavoz de IU, Isabel Martínez, que puso el acento en la generosidad de García Duarte.
Todos ellos, a los que se sumó el edil Diego Maldonado en calidad de instructor de la iniciativa, coincidieron en calificar al homenajeado de referente político. Unas palabras que fueron amplificadas por la portavoz municipal del PSOE, Marisa Bustinduy, que aludió a la sensibilidad de su correligionario, "del que todos los socialistas nos sentimos hijos". Incluidos, al parecer, algunos cargos de la Junta como la Consejera de Cultura, Rosa Torres, que no quiso perderse el acto.

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