Serán 45 citas, pertenecientes a ocho ciclos, y repartidas por seis salas de la ciudad, todas ellas en lugares no alejados entre sí, algo que desde siempre ha otorgado a esta programación otro de sus rasgos más característicos: la dimensión humana. Por las calles de la ciudad, por sus bares y por sus terrazas, se harán visibles el millar largo de visitantes, cursillistas de decenas de países, que copan al completo los más de 40 cursos y talleres que se ofertan impartidos por maestros y primeras figuras del baile y la danza.
En esta edición, el festival, convertido en una de las citas más sólidas del panorama, puede que afronte su año más difícil. Isamay Benavente, su directora, reconoce que "ha habido recortes en las subvenciones y han desaparecido algunos patrocinios", pero, frente a ello, destaca cómo "tanto desde el Ayuntamiento como desde la Fundación Teatro Villamarta se está haciendo un grandísimo esfuerzo para que la crisis no se note en el festival".
"Se ha hecho una apuesta similar a la de otros años en cuanto al número de espectáculos y el presupuesto", añade. Apunta también la directora la creación de un programa suplementario de entrevistas con maestros, Vivencias, y la apertura de un nuevo espacio para el festival, la Sala Paúl, que acogerá el ciclo De la frontera, dedicado a las propuestas más innovadoras. En el resto de los ciclos, llama la atención la elevada presencia de artistas locales, algo que Benavente atribuye al "buen momento creativo que están viviendo los flamencos de Jerez".
Con una agenda diaria que puede arrancar a mediodía, contar con hasta tres citas de tarde y noche, para acabar de madrugada en las peñas, el Festival de Jerez tiene en el Teatro Villamarta el espacio central donde se aspira a mostrar las tendencias artísticas que marcan la escena del baile y la danza actual. Este año, media docena de estrenos ilustran su programación. Son las nuevas propuestas de los sevillanos Andrés Marín, La Pasión según se mire, y Fernando Moreno, que llevará a escena la obra Historia de un soldado, de Stravinsky.
Junto a ellos tres mujeres: Belén Maya, que estrenará Bailes alegres para personas tristes con la colaboración de Olga Pericet; María José Franco con Al compás del viento, y la bailaora local María del Mar Moreno con su trabajo Quiero tu cante. A estos espectáculos hay que añadir el de clausura, un homenaje al maestro de baile jerezano Fernando Belmonte que cuenta con la dirección artística del bailaor Joaquín Grilo, quien también repondrá su obra Leyenda personal con la colaboración especial del pianista Dorantes.
En una edición muy dada a las colaboraciones, también hay que destacar la de Antonio Canales con la pianista japonesa Mia Matsumara y, sobre todo, la llegada a Andalucía de la obra Fedra, protagonizada por Lola Greco, reciente Premio Nacional de Danza. La obra, con dirección de Miguel Narros, coreografía de Javier Latorre y música de Enrique Morente, cuenta también con Amador Rojas, Alejandro Granados y Carmelilla Montoya. Junto a todos ellos, y en otras funciones del festival, también van a estar Rafaela Carrasco, Farruquito, Rafael Campallo y la compañía de Rafael Estévez y Nani Paños
Fuente: El País.