Con el Mundialito, el Balón de Oro y una racha de 22 victorias que aspiraba a convertir en récord Guinness, a despecho de la caída en Dubai, un amistoso al fin y al cabo. Todo le ha ido regular o mal desde entonces.
Ya está analizado lo que le pasa al Madrid: la BBC, las bajas de Modric y James y todo eso. Pero hay algo más: Cristiano no es aún el que era. Es todavía un jugador formidable, muy por encima de sus compañeros de sigla radiofónica. Está aún en la mayoría de las jugadas de peligro del Madrid, pero no es lo que era. En estos años hemos visto muchos malos partidos del Madrid disimulados por él, con seis arrancadas en cada tiempo en las que alborotaba el partido y generalmente lo ganaba. Ahora no pasa. Tampoco le ha entrado ninguna de las últimas 51 faltas lanzadas. Y es realmente extraño.
Viéndole cómo economiza carreras, he llegado a pensar que su molestia en el rotuliano sigue ahí. Eso explicaría lo de las faltas. En todo caso, ha bajado de sus máximos y Messi se le ha echado encima. Ya están empatados en el ‘pichichi’. Ante lo que viene, el Barça tiene un Messi en forma, con el juego algo modificado también, pero en forma. El Madrid no tiene al gran Cristiano y bien que lo necesita, porque todo lo demás que hablemos son guitarreos. El Madrid tiene una sola pieza especial en ataque, Cristiano. Un jugador grandioso… al que Messi ha recortado diez goles en lo que va de 2015. Por algo será.