Cuando los pescadores de cerco en el año 2001 lo contaban parecía un asunto de ciencia ficción. «Estamos viendo ahora mismo un auténtico muro de boquerones», le decían a otros barcos cuando observaban por la sonda la mancha de pescado que les esperaba en el fondo. Pues bien, este año absolutamente excepcional e histórico no se ha vuelto a repetir. La cruda realidad es que la prospección pesquera realizada por el Centro Oceanográfico de Málaga, en Fuengirola, el pasado mes de diciembre en la bahía de Málaga (desde Fuengirola hasta la Caleta de Vélez) muestra una radiografía del caladero muy poco halagüeña: los recursos de boquerón siguen siendo tan escasos como el año pasado, según explican la coordinadora de la campaña, Ana Giráldez; y el director del centro, Jorge Baro.
Pero, obviamente, cuando se habla de escasez hay que fundamentarlo en cifras y compararlas con los buenos años. El Oceanográfico estima, tras esta campaña, que los recursos de boquerón en Málaga serán parecidos a los del año 2009, en los que la flota pesquera de la provincia pescó 280 toneladas de boquerones, frente, por ejemplo a las 2.700 toneladas de esta especie que se capturaron en el excepcional año 2001. Así que las pesquerías de boquerón en el presente año se vuelven a prever escasas. Hay otro dato de la investigación de los últimos años y es que el boquerón, que antes era patrimonio de todo el mar de Alborán (desde Almería hasta las costas de Málaga) ha ido disminuyendo paulatinamente su distribución hasta acantonarse en la bahía de Málaga, concretamente en el espacio existente entre Fuengirola y Málaga capital, algo que, obviamente, ya saben los patrones de cerco cuando se echan a la mar para capturar el plateado. Así los barcos de cerco de la Axarquía que quieran volver con algunas cajas de boquerón a la lonja deberán desplazarse hasta Málaga para capturarlos, ya que la costa axárquica es fundamentalmente sardinera, según puntualizan Baro y Giráldez.
Pero, ¿qué pasó el fantástico año 2001? Y lo más importante: ¿por qué no se repite? Pues en este caso, dos estudios del Oceanográfico han sido capaces de explicar los porqués de este fenómeno que a la flota pesquera le interesaría que no fuese una raya en el agua. Primero, demostraron que el boquerón se desarrolló mucho antes y que había crecido dos centímetros más que en años anteriores. Las larvas también fueron ese año mayores que de costumbre, lo que propició el gran crecimiento de los ejemplares.
Buenas condiciones
Otro de los trabajos profundizó en los motivos de este gran desarrollo y concluyó en que hubo una serie de parámetros oceanográficos que, sin duda alguna, sumaron enteros en beneficio de la especie tales como una temperatura óptima, mucho plancton del que se alimenta el boquerón y de gran calidad, así como una salinidad propicia. Todos estos cambios favorecieron un desarrollo vertiginoso del boquerón. Cabe recordar que ese año la flota pesquera tuvo de ponerse un tope de capturas para evitar que los precios de la especie acabaran por los suelos.
El 2002 vivió de las rentas del 2001 y desde entonces las pesquerías de boquerón han caído de nuevo en picado hasta este año, en el que las prospecciones muestran que hay pocos cardúmenes (es decir, pocas concentraciones de la especie) y que éstos tienen poco volumen, por lo que la abundancia volverá a ser baja, según subrayan los oceanógrafos.
Y como es de todos sabido, el boquerón es la principal materia prima que extrae del mar la flota de cerco, así que de sus recursos depende su capacidad para seguir en una actividad, que actualmente está sobreexplotada, según el Oceanográfico y la propia Consejería de Pesca, ya que explican que las actuales capturas cada vez hacen menos rentable la pervivencia de la actual flota de traíñas, que actualmente se eleva a 37 barcos
PESQUERÍAS
Campaña. La campaña de pelágicos (peces de superficie) la ha coordinado la oceanógrafa Ana Giráldez en la bahía de Málaga el pasado mes de diciembre indica que la pesca de este año del boquerón se prevé tan escasa como la del año pasado, en concreto alrededor de 280 toneladas al año, frente a, por ejemplo, las 2.700 toneladas que se capturaron en el año 2001, que eso sí, fue excepcional
Balance. Desde el 2003 hasta la fecha, la pesquería ha sido escasa.
Fuente: Diario Sur.