“No es lo mismo perder que no llegar. si os dan a elegir quedaos con lo último. El hombre acostumbrado a dos, si le dan tres será feliz; si desciende a uno, apenas percibirá la diferencia. El habituado a diez si baja a tres difícilmente sabrá acomodarse a esta férrea limitación, si llega a veinte no por ello se incrementará su dicha, porque hay una raya en que, rebasada, las conquistas no proporcionarán utilidad”. DELIBES.
El presidente portugués Cavaco Silva ha ordenado que forme gobierno al partido político que no tiene mayoría de votos, frente a la coalición que sí la posee y que, así lo ha manifestado, si quiere gobernar Portugal.
El presidente luso ha “demonizado” el supuesto “antieuropeísmo”, vía puesto en entredicho la político de la austeridad y los recortes y hasta la implantación y seguimiento del euro.
Ha marcado pues el presidente Cavaco, por su cuenta y riesgo, y con un desprecio absoluto a la opinión mayoritaria del pueblo portugués, las líneas rojas que él, el partido ¿protegido? y las políticas que marca Bruselas y la presidencia de la Unión Europea no desean traspasar, incluso en contra de la opción mayoritaria de quienes quieren gobernar avalada por el voto de la ciudadanía portuguesa.
Paralelamente en Grecia, y de acuerdo con la muy “interesada” política marcada y dictada por la Unión Europea, sufre “el saqueo correspondiente”, sujetos los griegos a esa deuda que crece y crece, en virtud de unos intereses “impagables” y que impiden toda percepción de cualquier futuro para este país ¿europeo?, y, en todo caso ¡fallido!.
Y es que “la pela es la pela”.
Por otra parte, sabemos que a la isla de Lesbos, en Grecia, arriban a diario, preferentemente de noche, cientos de balsas neumáticas, baratas, muy baratas, casi de juguete, con cientos y miles de refugiados a bordo, de seres humanos muertos de miedo, con muchos que mueren de “verdad” ahogándose, desapareciendo bajo las aguas del Mediterráneo, equipados de chalecos salvavidas, de a 14 euros el chaleco, todos ellos facilitados por “los eslabones más bajos del tráfico organizado de esos seres humanos que huyen del horror y de la muerte”, a precio desorbitado el viaje de apenas 13 kilómetros, en el salto de Turquía a Europa, por no menos de 800 euros el viajero, . . .incluso con el detalle, si antes no se han quedado absolutamente sin dinero, de poder adquirir “un silbato” por la irrisoria cantidad de tres euros y que llegue a decidir “la vida o la muerte” en caso de naufragio, si se dispone de silbato o se carece de él.
Y es que de nuevo : “la pela es la pela”. Y eso a pesar de que un compatriota nuestro, ¡afortunado él!, es el primero o segundo hombre “más rico del planeta Tierra”. Y eso que nuestros más flamantes futbolistas son un súper millonarios que cobran y cobran, sencillamente, cantidades estratosféricas. Y eso que “la pela es la pela”. . . y el color de dinero siga siendo del color que dicten “los amos del mundo”
Torre del Mar octubre – 2.015