Y de nuevo estamos ante otra sinvergonzada propia de nuestro tiempo. Como para que ya la hez haga tiempo que haya dejado de ¿indignarnos?. ¿O tampoco?.
Con tantos felones y trincones por metro cuadrado, alrededor de algunas instituciones, con mayor o menor densidad según dónde podían "morder" más, robar más, apropiarse más y más, porque eran, sencillamente, insaciables los tipos de tal calaña.
Pero no importa, ¡estemos tranquilos!, el espectáculo ha de continuar y en pocos días se celebrará el sorteo para asegurar el calendario de los partidos de liga, para la próxima tranquilidad, asegurando que los seguidores podrán ver mucho fútbol durante todo el año.
Y todo sigue igual.
Y por eso insiste el PP que todos son casos aislados y que ellos, los del PP, son paladines en la regeneración moral de nuestros principales, ¡qué escarnio!, mientras, por ejemplo, se ha sabido que los imputados por el caso del canal Isabel II de Madrid siguen cobrando sus sueldos y, además, los pagos a sus abogados también les son abonados.
Y si se les aprieta sale la consigna y sacan a relucir "el caso de los ERES de Andalucía", un caso más indecente, inmoral, criminal, amparado por la ¿incompetencia?, como poco, del PSOE andaluz, pero que no rebaja ni un milímetro la pulsión al latrocinio que ha crecido y extendido como una hidra en el seno del PP.
Y al cabo uno anda algo confundido sobre "el deporte rey", sobre cuál es su auténtica naturaleza, si no va a ser que el verdadero deporte nacional va a resultar la contemplación admirativa del paisanaje ante tanto ladrón de traje y canesú, muy presuntos inocentes, tan listos ellos en sus alambicadas defensas, mientras los suyos siguen tirando balones fuera, tragando mierda, perdón, y amoralidad, dictada a diario, desde la cúspide del gran partido que fija el mensaje oficial.
Y siguen las tragaderas abiertas ante tanto golfo, ¿habiendo perdido toda capacidad de reacción?.
Mientras ellos seguirán haciendo caja, mejunjes y manejos, mientras el discurso haya de repetir siempre que y ¿de los ERES qué?.
Porque seguro que las felonías de unos no rebajan el alud de felonías de los otros. ¡Seguro!.
Torre del Mar julio – 2.017