dice Pepi Savater, una mujer jubilada por enfermedad que asegura contar con una pensión de 400 euros y que tiene a su cargo dos nietos. “Nos dicen que está todo pendiente de una firma, pero todas estas madres, abuelas, hijas y nietas tenemos que comer todos los días y queremos saber qué tenemos que hacer para que se abra el economato cuanto antes”, manifiesta a la puerta del local situado en la calle Carlos Frontaura, 1 en El Palo. Desde el Ayuntamiento informan que la subvención para la asociación que gestiona el economato ya ha sido librada y señalan que al tratarse de un economato que funciona con una subvención municipal, estaba a expensa del trámite administrativo que ello conlleva.
Mientras, mujeres como Josefa Román, con una paga de 300 euros al mes y que tiene que dar de comer a 7 personas, o Carmen, que con una pensión de 600 euros es el único sustento de su hija, madre soltera con tres hijos, y de dos de sus hijos que están en el paro, esperan el momento en que se vuelva a abrir el local donde podrán adquirir alimentos básicos y productos de higiene, aseo personal y limpieza abonando sólo el 25% de su precio de mercado. “Estamos al límite. Todos los economatos de la ciudad están funcionando menos este. Entre las 351 familias necesitadas hay 180 niños menores de 10 años que necesitan de todo, comida, pañales, etcétera”, dice Carmen, otra de las mujeres que espera con ansiedad que la persiana del local se abra por fin tras este ‘paréntesis burocrático’. Nuria, una de las voluntarias del economato, señala que el economato “es de una gran ayuda para estas familias”. “Fue abierto a primeros de año y estaba muy bien, porque además de los productos de primera necesidad, se podía comprar carne, pescado y comida para bebés”.
El supermercado es atendido por voluntarios de la asociación Amfremar (Amigos Malagueños de Familias de Rehabilitados y Marginados), una ONG fundada por Fernando Gutiérrez, un profesor jubilado que en el año 2000 fundó esta ONG que vuelca sus esfuerzos en un comedor social gestionado por voluntarios del barrio y en otras muchas facetas más de atención y ayuda solidaria. Son sus trabajadores sociales los que estudian cada caso y determinan qué personas tienen derecho a beneficiarse de los precios reducidos del economato.Así, se atienden fundamentalmente los casos de la denominada ‘pobreza salarial’, personas que tienen ingresos, pero que no les permiten atender todas las necesidades básicas.
En la actualidad existen en la ciudad 13 economatos que ofrecen este servicio a una población estimada de 13.000 familias. Esta red de economatos es posible gracias al más de medio millón de subvención municipal. El Ayuntamiento ha conseguido implicar también en esta iniciativa social a la Fundación La Caixa, a colegios profesionales de Málaga y a empresas de distribución como Maskom. Unas entidades que se han sumado a la iniciativa municipal con diversas aportaciones que están complementando las ayudas concedidas por el Área de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Málaga