Le siguió el proyecto del metro, que se está ejecutando ya en la Carretera de Cádiz. Pero es que el Ayuntamiento ya empieza a hablar de construir un tranvía y ha sacado a concurso la redacción de anteproyecto de un funicular para subir al monte Gibralfaro. De esta forma, en pocos años Málaga tendrá representación de todos los sistemas de transporte sobre una vía.
El funicular está ahora dando sus primeros pasos para su construcción. El Ayuntamiento incluyó por primera vez una partida de 200.000 euros, en el presupuesto municipal de este año, para iniciar este proyecto. Recuperó así una idea que ya se planteó con una propuesta muy seria en el año 2001, corrigiendo y mejorando otra de la Junta de Andalucía de finales de los años 80.
Cuatro son las empresas que optan ahora a redactar el anteproyecto de este funicular, después de que el Consistorio lo sacara a concurso el pasado 17 de mayo con un presupuesto de 180.000 euros.
En seis meses, tras la adjudicación del contrato a la empresa de ingeniería elegida, Málaga contará con un anteproyecto que asegure la viabilidad de la inversión. Será en el año 2008 cuando ya se plantee de forma definitiva la construcción del funicular.
Un poco de historia. Pero, ¿qué es un funicular? En el fondo no deja de ser una especie de tren especializado en transitar por montañas con mucha pendiente. Donde no llega el ferrocarril, llega este medio de transporte. Pese a las similitudes ferroviarias, es un sistema mucho más antiguo. El primero fue construido en 1504 en Salzsburgo (Alemania) y permitía subir a una fortaleza. El principio es parecido al que se usa en los ascensores, con un contrapeso para facilitar la subida del vagón. No obstante, en el primero de los funiculares históricos era un grupo de personas el que conseguía mover el sistema.
A partir de ese momento, muchas regiones montañosas europeas, especialmente en Austria y Suiza, adoptaron esta forma de transporte para facilitar el acceso. España no es ajena a este gusto por los funiculares. De hecho, en la actualidad hay once funcionando. El que presta servicio en el monte Igueldo en San Sebastián, el de los montes Artxanda y Larreineta en Bilbao, el del Naranco de Bulnes en los Picos de Europa y el de Montserrat son algunos de los más conocidos. Precisamente este último fue remozado en el año 2000 y se instaló un sistema de tren cremallera, con cinco máquinas eléctricas con capacidad de 200 personas en cada una de ellas.
La opción malagueña. La propuesta que maneja el Ayuntamiento de Málaga no es la primera para la construcción de un funicular en el monte Gibralfaro. Hubo unos primeros estudios en el año 1949 de la mano de José González Edo, que partía desde el Cementerio Inglés.
Aunque hasta finales de los 80 la Junta de Andalucía presentó una propuesta concreta de ejecución, fue finalmente desechada por su impacto y sustituida por el actual ascensor. Eso no desanimó a los partidarios de este método de transporte, que bien planteado permite acrecentar el atractivo turístico del Gibralfaro.
Ese trabajo dio lugar a una propuesta en el año 2001 que ahora ha sido rescatada y actualizada para desembocar en el concurso en marcha para redactar el anteproyecto.
Los beneficios del funicular son muchos. Por un lado, plantea un desplazamiento sobre vías con un impacto visual mucho menor que un teleférico. Además, el sistema de tracción es eléctrico, mucho menos contaminante. De hecho, es usado ampliamente en Europa y España en parajes protegidos y en plena naturaleza.
Características. La propuesta para el Gibralfaro es para un funicular con un recorrido de 547 metros, de los que los 224 metros iniciales discurrirían en un túnel, otros 215 metros al descubierto por la cara sur del monte, con vistas a la bahía y a la ciudad, y concluye con otro túnel de 108 metros, de los que 22 sería de falso túnel para eliminar posibles molestias de ruido al Parador de Turismo.
Este método facilitaría e incentivaría el acceso a un monte que el año pasado recibió 356.909 turistas y que ahora se encuentran con un camino a pie de 2.400 metros desde el túnel de la Alcazaba. O utilizar alguno de los autobuses turísticos.
Los túneles no serían especialmente amplios. Tendrían una anchura de 3,50 metros y una altura de 3 metros de uso, aunque la excavación sería de al menos un metro más para facilitar su uso.
La propuesta que impulsa el Ayuntamiento contempla dos vías paralelas que suben pendientes de hasta un 25% con unos vehículos de 10 metros de longitud con 100 plazas, 20 de ellas sentadas.
LA OPINION DE MALAGA