“Un pueblo en cada momento es aquello que le ha hecho su historia: su pasado íntegro gravita en su actualidad que la condiciona”, (Joan Fuster, No saltres els Valencins).
“Nosotros aseguramos que un pueblo no se improvisa. Es la estatua que más se tarda en modelar, la que más c constancia y derroche de imaginación requiriere” (Blas Infante, Sevilla 1921).
-4 de Diciembre de 1977: El pueblo andaluz en las calles por su autonomía. Una bala asesina nos dice que no en el cuerpo de José Manuel García Caparros.
-28 de Febrero de 1980: Volvemos a decir que Si a la Autonomía, por la vía del artículo 151.
–20 de octubre de 1981. Ratificamos el Estatuto de Autonomía pasado, por el consenso.
No hay balas, ni golpes, ni golpista, ni gobiernos, que puedan hacernos olvidar el hambre, el paro, las tierras sin cultivar, ni nuestras riquezas arrebatadas por la fuerza de la ley.
No es una historia de dos años. No es solo el segundo aniversario de aquel torrente de esperanza que expresamos en el 28 de Febrero del 81.
Todos los días hay un jornalero, un trabajador de la industria,….un andaluz que cumple años de paro o de trabajo mal pagado.
Alcoholismo, delincuencia, drogadicción, incultura, falta de conciencia política…. Son expresión de la clase de insolidaridad y egoísmo que gobierna en nuestra sociedad, y . No se trata para resolverlo, de que el poder esté en el dentro o en una esquina. Se trata de que el poder lo tenga el pueblo.
Eso exigen los jornaleros y campesinos de Marinaledas, en Tebas y en tanto pueblo de Andalucía, con sus encierros, manifestaciones, huelga de hambre…. Con su desesperación convertida en lucha. Que el dinero producido por el trabajo de los andaluces no sea para pagar ministros y gobiernos que defienden los intereses de una clase de señoritos. Que la riqueza creada por nuestro trabajo no vayan a inversiones rentables y seguras en regiones con una industria ya desarrollada a la que hemos apotrado obligadamente nuestra barata mano de obra. Que el dinero que a ti te sobra! Capitalista! Es de la tierra que trabajo con mis manos, es de las escuelas y hospitales sin construir, de las tierras sin arar, es del hambre de tantos andaluces.
No pretende este artículo capitalizar el grito de un pueblo. Tampoco hacer un análisis político. Quiero expresar todo lo que hay detrás de esa aspiración autonómica tan reiteradamente expresada en las urnas y fuera de ellas, en, las calles, y por boca de nuestros representantes en el parlamento. Que no es solo ni principalmente construir el Estado de las Autonomías, que no busca el pueblo nuevas formas políticas. Que lo que exige es justicia. Ya los políticos que sirven a su pueblo, pondrán los medios técnicos para su realización de esa justicia.
No puede perderse de vista que la Autonomía es concebida como un instrumento de liberación.
Hoy estamos próximos a la constitución de nuestro parlamento. De nuevo nos llamarán a las urnas. Con el Estatuto que aprobamos en su día (pasado por el consenso) no se resuelve todo. Influirá mucho a qué partido o partidos le demos nuestra confianza. Y, por lo tanto: qué Parlamento y qué gobierno interprete y aplique dicho Estatutos. Al igual que está ocurriendo con la Constitución. (A ver si no, qué interpretación hace el actual gobierno del derecho al trabajo, a la cultura, a una vivienda digna…y de otros derechos recogidos en la Constitución).
Las demoras provocadas por el gobierno (desde el 4 de Diciembre del 77. Que si 143 ó 151, que si en el 80…) Las divisiones entre los partidos obreros, las dificultades económicas…no deben permitir que ese torrente de esperanza puesto por Andalucía, se convierta en un débil hilillo de agua que a nadie alivie siquiera la sed de justicia.
Por lo tanto habrá que votar de nuevo a aquellos partidos que nos han demostrados palpablemente que están al servicio del pueblo andaluz.
Y, si lo importante como decimos, no es que el poder esté en el centro o en una esquina, sino que resida en el Pueblo, dejémonos de enfrentamientos estúpidos y partidistas entre organizaciones políticas con implantación estatal o circunscrita a Andalucía. Se trata de distinguir simplemente entre partidos defensores de los intereses del pueblo y partidos quebuscan ser los administradores del poder central en Andalucía y que son apoyados por la burguesía local,(llámese U.A, UCD de Andalucía o AP de Andalucía.
“Que no cese la esperanza acorralada, con un voto no se cambia así nada “, canta Víctor Manuel.No basta con votar. Habrá que trabajar desde todas las organizaciones del pueblo y exigir constantemente a los representantes elegidos que estén al servicio del Pueblo. Habrá que seguir luchado incluso desde el Parlamento Andaluz, porque no haya fuga de capitales, sino que se cree puestos de trabajo en nuestra tierra, porque se lleve una autentica Reforma Agraria, por que los americanos monten sus bases en su tierra. Cada uno desde su barrio, en su AA.VV., en su empresa, en la escuela, en el sindicato ó en el partido habrá que aportar su imprescindible esfuerzo para construir una Andalucía donde reine la justica, la alegre convivencia y la unidad, y esa será nuestra aportación a España y la Humanidad.
Autor: Eduardo González Cantos. Año 1982