La oportunidad de recuperar parte de la imagen histórica de la Alameda Principal se pone sobre la mesa. A un año vista de que los operarios del Metro de Málaga hagan su entrada en una de las principales arterias de la urbe y gran salón de acceso al casco histórico, la idea de peatonalizar el eje central de la avenida toma cuerpo, más aún ante el efecto que tendrán sobre la circulación los desvíos de tráfico a los que va a obligar la ejecución de los tajos en este punto y en el Paseo del Parque. La estrategia diseñada por los responsables del suburbano, en coordinación con el área de Movilidad del Ayuntamiento, fija el corte parcial y total de la Alameda y el Parque, respectivamente, durante un plazo de al menos 14 meses desde el inicio de los trabajos de la infraestructura, limitando de una forma nunca antes conocida el paso de vehículos.
Así lo pudo comprobar este periódico, que tuvo acceso al plan de movilidad diseñado al efecto y que, de cumplirse las previsiones del Metro, empezaría a aplicarse tras el verano de 2012, cuando comenzarían las actuaciones en la Alameda. Las informaciones aportadas a Málaga Hoy son concluyentes en el sentido en que los más de 40.000 vehículos que pasan a diario por la Alameda y por el Parque verán seriamente mermada su sección de paso.
En la Alameda, el trazado elegido para el túnel del ferrocarril urbano es el lateral norte, dejando libre la parte central y la sur. En este escenario, los técnicos encargados del análisis de alternativas han optado por mantener abierta íntegramente la sección central pero sólo en sentido este-oeste, con sus cinco carriles para el paso de los autobuses de la EMT (dos carriles) y el tráfico privado (tres carriles). Esta circulación de paso sólo podrá acceder a la Alameda a la altura de la calle Córdoba, que se convertirá, con su sección actual, en el punto en el que el tráfico procedente del este pueda incorporarse a esta avenida.
"La idea es que haya como una especie de selección natural, de tal modo que los conductores que vayan desde el este al oeste se interesen más por continuar su marcha por la Avenida Manuel Agustín Heredia que por desviarse por Córdoba hacia la Alameda", expuso el director del Metro, Enrique Salvo. Con ello, se maneja la opción de que este tráfico sortee las complicaciones de la obra del suburbano por el eje litoral hasta desviarse por la calle Plaza de Toros Vieja y buscando la calle Cuarteles o avanzando más en el itinerario hasta enlazar con la Explanada de la Estación.
Mientras, el lateral sur tomaría el sentido contrario, oeste-este pero limitado a autobuses urbanos y tráfico de residentes, al objeto de garantizar el movimiento de los mismos dentro del espacio del Ensanche de la Alameda y abriendo vías transversales para comunicar con la zona que se extiende desde este punto hacia el centro y el Guadalmedina.
¿Qué ocurre con los miles de vehículos que usan la Alameda en sentido oeste-este? Para este supuesto, y dado que la obra trae consigo la eliminación del lado norte del puente de Tetuán (con ello se podrá construir el túnel bajo el río Guadalmedina y posteriormente se repondrá el puente), la opción fijada es que el tráfico de entrada a la Alameda se desvíe antes de llevar a esta calle por el puente de la Misericordia, continuando hasta la Alameda de Colón, desde donde los vehículos buscarían la Avenida Manuel Agustín Heredia.
La incidencia es aún mayor en el caso del Paseo del Parque que quedará completamente cerrado para el tráfico de paso durante al menos 14 meses, que es el tiempo que se maneja para la obra en superficie. Esta avenida urbana sólo permitirá el paso de los autobuses de la EMT, con dos carriles abiertos en la sección sur, y de residentes, desviándose el grueso de la circulación al Paseo de los Curas, que mantendrá su actual sección y que podría contar incluso con un carril más tras el retranqueo de la verja del puerto.
El lapso de tiempo de afección de la cicatriz del suburbano podría alargarse en la zona del Parque, dada la característica del subsuelo. "Hay que meter hidrofresas dada la dureza de la roca que hay, a ver cómo se da", comentó Miguel Ángel Cañizares, gerente de Proyectos y Obras de las Líneas 1 y 2. El técnico aclara que la única experiencia que se conoce en la ciudad con esta herramienta es la esquina de los muelles 1 y 2 del puerto, donde se ejecuta un aparcamiento. "La roca en el primer nivel será fácil de excavar pero más abajo parece está muy sana", añadió.
La obra del ferrocarril urbano trae tras de sí una reducción significativa de tráfico. Una circunstancia más que interesante para hacer realidad la opción de peatonalizar parte de la Alameda, como ya apuntó hace seis años el alcalde, Francisco de la Torre, y como éste mismo plantea en el programa electoral con el que ha sido reelegido por mayoría absoluta.
Cabe destacar que, según informaron desde el Metro, el propio proyecto constructivo ya contempla esta opción. Salvo ve con buenos ojos actuar en esta dirección y admite que se trata de una oportunidad histórica. Para ello, según pudo comprobar este periódico, el proyecto ya dibuja un doble túnel a la altura de la Plaza de la Marina (donde se construirá la estación del Metro) para permitir soterrar el tráfico, dejando expedita la superficie como espacio peatonal. La solución, que sacaría los coches por los laterales norte y sur, garantizaría la intervención urbana sobre la parte central
Fuente: Málaga Hoy