Muestra de ello es que si se hubiese cumplido el calendario inicialmente previsto por la concesionaria, Metro Málaga, ya tendrían que estar cerradas las zanjas en la mayoría de los seis tramos en los que se ha dividido el ramal, incluyendo los dos en el que las empresas constructoras tienen previsto empezar los trabajos en una semana: Molière-Los Guindos y Los Guindos-Frigiliana.
O dicho de otro modo, 365 días después del pistoletazo de salida dado al suburbano, la denominada obra civil, que es la que más afecta a los vecinos y al tráfico, debería estar finalizada en la mayor parte de los 3,7 kilómetros que tiene esta línea. Pero la fotografía actual nada tiene que ver con lo esperado por los responsables del Metro. Tras los numerosos enfrentamientos protagonizados por el Ayuntamiento de la ciudad y la Junta de Andalucía en relación a los desvíos de tráfico, los operarios sólo trabajan en cuatro tramos del ramal y el proyecto acumula diez meses de atraso.
Sólo en uno de los tajos, Martín Carpena-Molière, se ha acabado la ejecución de los muros pantalla y se ha colocado la losa de hormigón que cierra la zanja, permitiendo el inicio de la excavación del túnel por el que circularán en unos años los vagones del ferrocarril urbano. Desde que las excavadoras comenzasen esta fase de los trabajos a mediados del pasado mes de abril, han podido desarrollar 410 metros de este paso soterrado.
Menor grado de ejecución se observa en los otros dos tajos en los que las máquinas intervienen en la actualidad. En el número 5, La Paloma-Juan XXIII, los muros pantallas están construidos, aproximadamente, a un 70 por ciento, con unos 10.000 metros cuadrados, mientras que en el 6, Juan XXIII-Juan Pablo II, el nivel supera el 50 por ciento, con 20.435 metros cuadrados.
En el resto del ramal, los pasos dados por Metro Málaga son apenas iniciales. En el tajo 4, Frigiliana-La Paloma, las empresas iniciaron hace una semana los muretes guía, que marcan el camino a seguir por las máquinas para construir los muros pantalla, mientras que no han podido hacer acto de presencia entre la glorieta Molière y la calle Frigiliana, una extensión de 1.160 metros en la que se sitúan dos tajos.
Buena parte de los problemas con los que se ha topado el desarrollo del suburbano están vinculados a los desvíos de tráfico exigidos por el equipo de gobierno del PP desde hace dos años, que han llegado a ser calificados como fundamentales por el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, para avanzar en la obra. No obstante, se da la circunstancia de que el Consistorio acaba de autorizar los dos últimos tramos aún cuando no ha entrado en servicio la que ha sido considerada en la Casona del Parque como la alternativa más importante en la construcción de la línea 2, la conexión de la carretera MA-21 con la calle Pacífico.
No parece que el importante retraso que el Metro acumula preocupe en exceso a De la Torre, quien ayer dijo que el año transcurrido desde el inicio de la obra es un periodo "bien utilizado" y que ha permitido la coordinación de los desvíos de tráfico precisos para el desarrollo de las actuaciones. La única salvedad que puso el regidor del PP fue la demora que sufre también la línea 1 del Metro, La Malagueta-Teatinos, en la que, según De la Torre, "se podría haber empezado a trabajar algo este año". "Espero que el segundo año sea mejor que el primero y el tercero aún mejor en la velocidad y coordinación", sentenció.
En sus apreciaciones, el alcalde pone sobre la mesa las dudas que hay sobre los proyectos del ramal a Teatinos, que acumulan dos años de retraso y que podrían elevar a 760 millones de euros el coste de la infraestructura. A ello se suma el silencio que mantiene la Consejería de Obras Públicas sobre la fecha de inicio de los trabajos y la inversión que finalmente será necesaria.
MALAGA HOY