La plataforma vecinal Por nuestra identidad impulsa un proyecto para dinamizar el comercio, promover la participación ciudadana y recuperar los valores comunitarios
No llegó a conocerlo, pero su abuela se encargó durante años de mantener viva su memoria. Ahora es el barrio donde vivió el que desea tomar ese testigo. Defensor de la libertad de expresión, sus críticas a las fechorías de los «politiquillos» de la época, con comparsas ácidas y burlonas, le acabarían costando la vida. Hasta tres días permaneció escondido en el nicho de un cementerio por temor a las represalias durante la Guerra Civil, pero superado por el hambre, acabó siendo detenido y fusilado «sin juicio por los sublevados en 1937». Así rememora Antonia Asensi el final de su abuelo Antonio Asensi Suárez ‘El Chicuelo’, un vecino de El Palo, que además de su sentido del humor siempre será recordado por la generosidad que mostró con sus convecinos, «porque en una época en la que no era habitual saber leer y escribir, él les obsequiaba con las lecturas del periódico dominical y les enseñaba a escribir, al menos, su nombre y fecha de nacimiento», relata Antonia Asensi desde su puesto de frutos secos en el Mercado de El Palo, donde levantó la persiana por primera vez hace 48 años.
Ahora, su abuelo ha sido seleccionado junto a otros once personajes más para que la barriada escoja un total de tres. Ellos serán los elegidos para ser recordados con el diseño de un gran mural en la fachada de algún edificio de El Palo, aún por determinar.
El proyecto ha sido impulsado por la Plataforma Vecinal por Nuestra Identidad, integrada por varias asociaciones, con el objetivo de fortalecer la identidad y la historia del barrio; dinamizar el comercio, y sensibilizar para volver a los valores de antaño, esos que promovían la ayuda comunitaria y la preocupación por el espacio común», detalla su presidente, Miguel López Castro.
Para ello, la iniciativa consta de varias fases. En esta primera, el objetivo es elegir los tres personajes que encarnan esas cualidades.
Dónde votar
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Frutos secos Antonia (mercado de El Palo). Carnicería Miguel de Rosalía (C/ Miguel Moya 15). Tritón Informática (C/ Miguel Moya 18 Local F). Centro Cultural La Llave (Carretera de Almería 77). Decoraciones Paquita (C/ Almería 22). Center Móvil Verona (C/ Salvador Allende 9). Cerrajería Torres (C/ Ortega Munilla, 20).
También Francisco Toledo ‘Traganúo’, patrón y subastador oficial de pescado, fue propietario de uno de los merenderos más frecuentados por los primeros veraneantes de la ciudad. Miguel León, sacerdote crítico con las desigualdades sociales, creó una guardería para ayudar a las madres trabajadoras y una cooperativa de viviendas destinada a superar las infraviviendas del corralón de calle Mar. Francisco Haro, maestro vocacional y enamorado de su profesión, se entregó para que sus convecinos recibieran una formación básica en sus clases, bien durante el tiempo que dirigió el colegio público de Playa Virginia o como docente en el colegio Valle Inclán, donde se jubiló.
Otros personajes son Carmen Medina ‘La Comadrona’ ayudó desde muy joven a otras mujeres en los partos, lo que le llevó a formarse en la Escuela de Matronas y realizar prácticas en el Hospital Civil. Tras instalar su consulta en un local de la calle Padre Lerchundi, ejerció durante medio siglo en el barrio, en muchas ocasiones de forma altruista. Juan Ternero ‘Niño de las Moras’, conocido cantaor, embajador de la cultura flamenca y de la identidad de este barrio de pescadores.
El resto de candidatos son Luis Morán ‘El Practicante’, quien tras abrir su consulta en Calle Mar, cerca de las Cuatro Esquinas, se granjeó el cariño de los vecinos, a los que atendía «a la hora que fuera». Juan José Andreu ‘Pani’, recordado en una placa frente al merendero El Tintero tras fallecer a los 28 años cuando se lanzó al mar para salvar a un hombre y a su hija de morir ahogados. Sólo lo consiguió con la pequeña.
Los participantes pueden dejar constancia de sus preferencias (hasta tres) a través de la web creada expresamente para este propósito y también en ‘urnas’ repartidas por distintos comercios del barrio. Asensi se apresura a enseñar la que tiene en el mostrador de su negocio, una modesta caja de cartón con una ranura en la que puede leerse: ‘¿A quién pondrías aquí?’ y en donde se muestra la fachada de un edificio con una sombra anónima.
Junto a ella, hay un cuaderno con las biografías de las 12 propuestas y un montón de papeletas. Cada una de ellas tiene una docena de casillas, con el rostro y nombre de cada personaje para marcar hasta tres antes de introducirla en la ‘urna’.
Asegura que en el mes que lleva abierta la votación habrán echado la papeleta algo más de 60 personas, menos de las que a ella le hubiera gustado, «pero es que cada vez entra menos gente al mercado a comprar», se lamenta esta comerciante, que ha visto ir a menos el negocio desde las sucesivas aperturas de supermercados en la zona.
En una segunda fase, el proyecto se trasladará a los centros escolares. «La idea es mostrar a los niños la historia de su barrio a través de la labor altruista y entregada de estos vecinos, y extender también la votación a sus familias si todavía no lo han hecho», explica López Castro.
Será en una última fase cuando tras ser elegidos los tres personajes se gestione el contacto con los artistas, se designen las fachadas previo acuerdo con las comunidades de vecinos y se traslade todo el trabajo realizado al Ayuntamiento para que dé el visto bueno y pueda materializarse el proyecto. ¡Ojalá los plazos no se demoraran y antes de que acabase el año pudiéramos tener todas las gestiones terminadas para empezar a ejecutar los murales», aventura el presidente de la plataforma, quien confía en la continuidad del proyecto. «Queremos que se vuelva a mirar al barrio con cariño, como lo hicieron estos personajes ejemplares que nos precedieron. Deben estar presentes para que no se nos olviden», concluye López Castro.
Fuente. Diario Sur.