EL PALO LOGRA UNA VIEJA REIVINDICACIÓN

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Si echamos la mirada a tras podremos comprobar como esto no es así, o por lo menos este logro se debe fundamentalmente al esfuerzo y tesón del movimiento ciudadano en la barriada. Las Asociaciones de Vecinos y el movimiento ciudadano  actualmente han quedado relegadas a un papel consultivo por parte del Ayuntamiento, y   sólo sirven para justificar  un supuesto “sistema democrático” que se desarrolla exclusivamente en los salones de los ayuntamientos, alejados de la participación real de la ciudadanía, Las Asociaciones de Vecinos  en realidad, fueron la esencia de la democracia en el pasado jugaron el papel de gestoras de la democracia en los barrios y en la provincia. En nuestra barriada fueron las entidades que se enfrentaron a los intereses especuladores y lograron consolidar los espacios y servicios públicos más importantes del barrio. Sólo en el Palo, a base de movilizaciones, negociaciones y presiones populares e incluso con denuncias ante los tribunales la Asociación de Vecinos consiguió para el  uso público una lista de logros que en el año 1998 se concretaba en: Suelo para el Centro de Salud, Policía Municipal, Bomberos (en aquella época), local social Cruz Roja, viviendas sociales para los vecinos y vecinas del corralón, local donde se ubicaron los servicios operativos,, locales donde se ubicaron la biblioteca y los servicios de la Junta de Distrito, El Parque de Playa Virginia con su ejecución y suelo para el colegio Miguel Hernández, local de la Asociación de Vecinos de El Palo, Parque Lagarillo Blanco y su ejecución, suelo para el Hogar de la Tercera Edad, etc.

Hoy tras un largo esfuerzo de presiones y reivindicaciones podemos añadir otros muchos espacios, pero el más significativo podemos decir que es el de los campos de fútbol. Esta historia de tesón reivindicativo se desarrolla con mayor fuerza en el año 1994, cuando el colegio ICET pretende construir en los campos de fútbol un nuevo colegio. La voz opositora del Centro de Deportes y de la Asociación de Vecinos pronto sirvió de dinamizadora de muchas acciones que llegaron a concretarse, en sus versiones más radicales, en dos manifestaciones a las que asistieron más de 2000 personas en cada una de ellas, en las fechas de 15 de octubre de 1994 y 13 de diciembre de 1997. En esta última fecha se exige una reunión urgente con la alcaldesa de Málaga y con la junta de Andalucía. Estas reuniones no se llegaron a realizar.

En las hemerotecas podemos recoger el desarrollo de este proceso reivindicativo, por poner algunos ejemplos: Encontramos un artículo extenso en la revista El Copo de la Asociación de Vecinos de El Palo de mayo del 84, en Vecinos, Zona Este del diario Sur   editados en los días: 28de julio, 11 de agosto, 25 de agosto y 5 de octubre, todos de 1994 se recoge todos estos esfuerzos reivindicativos.  También  en los archivos de esta Asociación de Vecinos y Vecinas, encontramos documentos de llamadas a la movilización ciudadana que contaron con el apoyo de prácticamente todas las entidades paleñas en diciembre de 1984 y otros en los que se insta a la Junta de Distrito a que apoyen la consideración de espacios deportivos en el nuevo Plan General, este documento tiene entrada con fecha de 26 de julio de 1994. También el programa de televisión Tal como somos de Canal Sur sirvió como vehículo de protesta con respecto a este tema. En dicho programa emitido el 3 de febrero de 1995, tanto miembros de la Asociación de vecinos de El palo como el Representante del Centro de Deportes manifestaron sus reivindicaciones sobre los campos de fútbol. Por último citaremos la revista El Copo  editada en agosto de 1998, en la que se denuncia la actitud de la junta de Distrito ante las reivindicaciones de la Asociación de Vecinos y Vecinas de El Palo.

No sólo estos han sido herramientas de reivindicación, durante años la Asociación de Vecinos y la barriada han organizado actos deportivos en los esta exigencia ha sido el lema. Así el maratón de 24 horas de fútbol que durante años dirigió de manera entusiasta y magistral Antonio triguero, así como la Carrera Popular que la Asociación de vecinos sigue organizando cada año tienen como lema la reivindicación de los campos de fútbol para la barriada.

Todo este esfuerzo pasa ahora inadvetido en un afán ya clásico de nuestras instituciones, con el objetivo de invisibilizar las actitudes reivindicativas en los barrios.

La actitud contraria del Ayuntamiento de Málaga a las presiones populares ha sido las constantes durante años. El movimiento ciudadano representado por la Asociación de Vecinos de El Palo unido al Centro de Deportes y a todas las entidades del barrio tuvo que luchar contra los intereses particulares del ICET-SAFA y la desidia, incluso oposición del Ayuntamiento de Málaga. Ahora este celebra el logro de estos espacios para uso deportivo como algo suyo.

Es así como a lo largo de una veintena de años el movimiento ciudadano ha ido perdiendo la capacidad de movilización, los ciudadanos y ciudadanas  se han ido acostumbrando a delegar en las instituciones su responsabilidad participativa y organizativa, de tal manera que dejan en manos de los políticos profesionales y sus pugnas por el logro del voto de los ciudadanos, el destino de los espacios y el uso de los mismos, confiando en que estas pugnas políticas, darán el resultado más beneficioso para la ciudad. Nada más lejos de la realidad. La presión de las empresas, y sus intereses especulativos hacen que los ayuntamientos se alejen cada día más de la idea primigenia de considerar a las Asociaciones de Vecinos como escuelas de democracia y de educación de conciencia ciudadana. En esta veintena de años la desmovilización y domesticación del movimiento ciudadano han sido una constante actitud municipal que está rindiendo sus frutos para el sector inmobiliario y la vida política de la ciudad.

Ahora de nuevo un logro ciudadano que es fruto del esfuerzo, de la organización, y movilización ciudadana, aparece o se presenta como algo que llega gracias a los desvelos y actitud vigilante el Ayuntamiento.

Una actitud de respeto al movimiento ciudadano y una actitud de respeto y defensa de la democracia participativa como esencia de la participación del tejido social en el logro de los avances en los barrios, reconocería esta historia que está en las hemerotecas. Pero una vez más es mejor enterrarlas ahí, no hacerlas explícitas y dejar que sean las instituciones quienes usurpen el protagonismo en el avance de los barrios.

 

Miguel López Castro, expresidente de la Asociación de Vecinos de El palo y actualmente socio de la misma.