Su petición era clara: mantener limpio un entorno que «algunos días amanece como un auténtico vertedero». El colectivo retoma estos días la campaña en forma de llamamiento a los ciudadanos que visitan el enclave y reclama al Ayuntamiento que refuerce el servicio de limpieza ahora que el parque registra más usuarios.
Según los vecinos la acumulación de basura es preocupante y no culpan únicamente al vandalismo en la zona. «El poco civismo de algunas personas es un contratiempo a la hora de mantener cualquier área verde, pero eso no justifica el abandono de los servicios de limpieza. A principios de año denunciamos que el parque se había convertido en un vertedero y se solucionó, aunque de forma puntual», dice Antonio Rodríguez, representante vecinal.
Ahora la basura ha vuelto y los vecinos creen que es hora de asumir responsabilidades. «Este parque costó 500.000 euros y es una joya natural, es labor de todos ayudar a su conservación», resalta Rodríguez.
Desde el colectivo consideran que las instalaciones no ayudan a mantener el parque limpio, «pero tampoco es excusa porque quien no quiere ensuciar no lo hace». Rodríguez destaca la poca capacidad de los cubos de basura que hay en esta zona de más de 20.000 metros cuadrados. «Siempre están a rebosar porque son papeleras y el lugar necesita contenedores para que la basura no acabe en el suelo», explica. Los vecinos también piden el arreglo de especies plantadas y secas «que son dinero tirado».
Fuente: Diario Sur.