Tres derrotas consecutivas eran demasiadas para El Palo de este año. Los de Pepe Sánchez, que habían perdido los dos últimos choques, estaban dolidos y lo pagó el Huétor Tájar. La salida fue fulgurante. Nacho Aranda hacía lo que parecía más complicado, abrir la lata, en sólo cuatro minutos. Y sin tiempo para que los visitantes reaccionaran Basti se apuntó el segundo. 2-0 y sólo seis minutos disputados. Lejos de relajarse, los paleños siguieron buscando un mayor botín, creando ocasiones como para haberse marchado al descanso con un marcador mucho más amplio.
La segunda parte transcurrió en la misma línea, con un gran trabajo físico de los locales, que ahogaban al Huétor Tájar. Este no creó ni una oportunidad clara de gol. Mientras, el balón llegaba una y otra vez a la portería de Cañi, aunque el tercero se hizo de rogar, salvando a los granadinos de llevarse un marcador más adverso.
Gran partido de los paleños, que aprovecharon las características de su campo y realizaron un gran desgaste físico ante el que nada pudieron hacer los de Huétor Tájar
Fuente: Diario Sur
