El Palo se estrella contra el larguero

.Como últimamente. El Palo, que en ningún momento se arrugó ante el Cádiz, líder en solitario de este grupo IV, tuvo en el último minuto de partidos varias jugadas de infarto en la que, sorprendentemente, el esférico no entró en el fondo de las mallas rivales. El árbitro señaló el final del partido y ambos conjuntos se marcharon exhaustos a los vestuarios. Se corrió mucho, y esta vez, el resultado fue engañoso. Ningún gol, pero bastante fútbol. Ambos dieron la talla.

En los primeros compases del encuentro fue el equipo gaditano el que asumía las riendas del partido. Y como jugador más peligroso, un viejo conocido de la afición paleña. Jona, un delantero talentoso muy por encima de la Segunda B, fue el jugador rival que más inquietaba el área local, y en dos ocasiones obligó a emplearse a fondo a PolBallesté, uno de los más destacados de los blancos. El joven guardameta está realizando una temporada sobresaliente. Su única asignatura pendiente es sacar de puerta algo más rápido para crear superioridad. No obstante, bajo los palos es un seguro, uno de los pesos pesados de un equipo que necesita un poco más si quiere salir de la zona de descenso.

Poco a poco, El Palo fue encontrándose a sí mismo y enlazó varias jugadas por las bandas que rozaron el gol. Julián estuvo muy participativo, pero el empuje del delantero argentino no es suficiente para marcar goles. Los centrales amarillos estuvieron muy pendientes del ariete, y por el centro supieron desbaratar todas las acometidas. El jugador que creó más peligro fue Zamorano, al que le faltó levantar la cabeza en los últimos momentos de cada jugada.

Coger alas

Con Apoño y Cala en el centro del campo, el equipo local cogía alas, ya que comprobaba que podía tratar de tú a tú a un rival candidato al ascenso, presumiblemente el mejor de la categoría. Al descanso se llegó con la igualada en el marcador, y con los componentes del conjunto malagueño arengándose para que los tres puntos se quedasen en SanIgnacio. Lo veían posible.

Tras la reanudación, los paleños dieron todo lo que había en sus pulmones y piernas, y varios jugadores arrancaron los aplausos de la grada, que se encontraba repleta. El más destacado fue Igna, que una vez más recorrió la banda como si de un extremo se tratase. Al lateral se le nota comprometido con el barrio y el escudo, y eso la hinchada lo agradece. Por parte del Cádiz, Jona seguía a lo suyo, y con otro remate de cabeza puso nerviosos a los aficionados.Cuando todo parecía resuelto, un balón colgado fue rematado por varios paleños, y acabó en una chilena espectacular de Juanillo.Si llega a entrar, se cae el estadio. Pero, una vez más, la suerte cayó del otro lado