En San Ignacio todo cambia. Es diferente. El Palo, que volvía a su feudo después de caer derrotado en Sevilla, alejó todos los fantasmas que sobrevolaban el vestuario.
El equipo de la barriada marinera no le dio opción al San Roque, al que solo le quedó el empuje. El choque quedó sentenciado en la primera mitad, ya que El Palo consiguió irse al vestuario con un 3-0 en el marcador.
El cuarto tanto llegó 20 minuto antes del final, cuando un testarazo de Jesule puso la guinda a un encuentro que dejó detalles de mucha calidad, y que sirvió para manenter incólume la ilusión de a los aficionados paleños, en lo que supuso la mayor goleada del equipo en Segunda B.
Desde los primeros minutos El Palo salió muy metido en el encuentro. La banda derecha ayer fue para Marín, que realizó una auténtica exhibición de control del esférico, visión de juego y regate. El extremo estuvo muy activo, y en una jugada trenzada centró el balón y Quique de la Mota, que entraba desde la segunda línea, envió el esférico al fondo de las mallas rivales de espuela. Un bonito gol. Rafa Muñoz, tajante: «No es nada fácil para los rivales jugar en el campo de San Ignacio»
Pese a adelantarse en el marcador, los locales no levantaron el pie del acelerador. En una falta en la parte izquierda del campo, Marín asumió galones, y con un toque muy sutil consiguió superar a la barrera del San Roque y poner el 2-0. El partido pintaba muy bien, pero todavía quedaba lo mejor. El delantero Moreno, que hasta el ocaso de los primeros 45 minutos no había participado mucho en el juego, dejó el tanto más bello que se ha visto en el estadio desde que El Palo juega en Segunda B. Recibió el cuero en el área, controló a la perfección, le hizo un «sombrerito» a su marcador, levanto la cabeza, vio al portero adelantado y realizó una vaselina perfecta.
Todo los presentes se levantaron para aplaudir la obra de arte que acababan de ver. Defensa ordenada Tras la reanudación, el San Roque adelantó líneas, pero una defensa muy ordenada por parte de los blancos hizo que las acometidas rivales cayesen en saco roto. Poco a poco, El Palo volvió hacerse con el control del juego, y las internadas de Juanillo por la banda izquierda inquietaban mucho a la zaga onubense, que no supo cómo frenarlo.
Fue en el minuto 68 cuando Jesule se elevó por encima del resto y puso el definitivo 4-0 en el marcador. Tras el gol del capitán llegaron los cambios, pero el partido no dio para más. «Este año tenemos la fortuna de tener más gol. Ha sido un partido disputado, pero hemos jugado muy bien» El conjunto malagueño da un paso al frente, y vuelve a hacer de San Ignacio el mayor de los fortines. Ha firmado ocho goles en sus dos últimos partidos en casa, lo que sube claramente la moral de los jugadores. La nueva asignatura pendiente serán los choques a domicilio.