Es por esta razón, que a veces creamos que todos los problemas a este nivel (por ejemplo una contractura muscular), son, como primer diagnóstico, una ciática cuando en realidad es un problema muscular en la nalga, de un músculo que cuando se engrosa en reposo (por haberse contraído y acortado activamente) puede aplastar y comprimir las estructuras que tiene alrededor, y que salen de la pelvis con él, como son vasos y nervios, provocando ese dolor característico en la nalga.
Estos nervios que comprime el Músculo Piramidal cuando se hace más grande, son los que dan sensibilidad y hacen funcionar a los músculos del muslo y la pierna, de ese lado, por lo que si los comprime nos dará dolor en glúteo, inguinal y la parte posterior del muslo.
Síntomas:
– Hace que cuando estemos sentados cambiemos con frecuencia de posición para aliviarnos.
– Dificultad para cruzar el muslo afectado sobre la otra rodilla.
– El dolor aumenta si permanecemos sentados, de pie y en la carrera o la marcha. Cuando nos levantamos desde la posición sentado. También si conducimos, o estamos sentados largo rato sobre una superficie dura, así como permanecer de pie durante espacios prolongados de tiempo y llevar cargas o pesos.
– El dolor aparece al separar las piernas.
– La maniobra de Lasègue, que consiste en: tumbado sobre la espalda, elevamos una pierna hacia la vertical, raramente es dolorosa, y en una ciática clásica casi siempre duele.
– Cuando estamos tumbados boca arriba, el pie del lado afectado suele estar más rotado hacia fuera.
– Con frecuencia encontramos un acortamiento de la pierna del lado del Piramidal lesionado.
¿Cuáles son las causas del síndrome del piramidal?
Si nos centramos en el EJERCICIO DE CORRER: ¿Qué hace el Piramidal cuando lo forzamos?: durante la carrera puede sobrecargarse, por provocar una fuerte contracción excéntrica para frenar una rotación interna vigorosa y/o rápida del miembro en carga, sobre el que nos apoyamos. Provocando una contractura del mismo, y el consecuente dolor.
En un entrenamiento mal realizado, el piramidal estará sobreutilizado, se agota y no puede RECUPERARSE provocando una contractura que nos provoca el dolor anteriormente descrito.
Otras veces, por tener un músculo Piramidal acortado. Y sobretodo, lo que más nos interesa: la SOBRECARGA DE ENTRENAMIENTO, CORRER EN SUELOS DUROS, NO HACER ESTIRAMIENTOS, no hemos de olvidar que es uno de los músculos "papelera" del organismo, esto quiere decir que tiene tendencia a almacenar todas las toxinas y desechos que pasan por él.
Otras causas:
• Hiperpronación del pie.
• Por sobrecarga aguda, como cuando se evita una caída.
• Las posturas forzadas: permanecer de pie apoyados sobre un solo pie, sentarse con las piernas cruzadas, sentarse sobre un solo pie.
• Conducir coche: por la sobrecarga mantenida de la cadera en flexión y abducción (piernas separadas).
• Un traumatismo: caídas, fracturas de fémur, etc. O directamente al golpearse la nalga sobre el músculo piramidal, con un objeto duro.
• Infecciones, malformaciones óseas de la pierna.
• Problemas generales de actitud: escoliosis, una pierna más larga que la otra, torsión de la pelvis, desequilibrio muscular.
La prevención es la clave. Hay cuatro medidas preventivas que son muy importantes a largo plazo:
1. Un calentamiento cuidadoso y correcto ayudará a preparar los músculos y los tendones para cualquier actividad. Sin un calentamiento adecuado los músculos y tendones estarán contracturados y rígidos. Habrá un flujo limitados de sangre al área de la cadera que dará lugar a una carencia de oxígeno y de nutrientes para los músculos.
2. En segundo lugar, la relajación y la recuperación son extremadamente importantes, especialmente para los atletas o los individuos que hagan una actividad física vigorosa.
3. En tercer lugar el fortalecimiento y acondicionamiento de los músculos de las caderas, glúteos y parte baja de la espalda.
4. Y, en cuarto lugar, y más importante, los músculos y los tendones flexibles son extremadamente importantes en la prevención de las mayorías de las distensiones o esquinces. Cuando los músculos y los tendones son flexibles y elásticos, pueden moverse sin sufrir estas distensiones pero, un tendón y músculo tenso y duro es muy probable que sea empujado más allá de su gama de movimiento natural.
Los ejercicios del Método Pilates son muy recomendables para quienes padecen el Síndrome Piramidal, tanto para prevenirlo como tratar el dolor.
fuente. Diario La Opinión de Málaga