Hace solo cinco meses que el presidente de la Comunidad Madrid prometía el oro del Addelson en la nueva Meca de la fortuna, Eurovegas de Alcorcón, con todas las pleitesías puestas al servicio del proyecto a punto de echar a andar, prometían la primera piedra para diciembre, con un sálvese quien pueda en la “adecuación fiscal, sanitaria, patibularia . . .y lo que hiciera falta”, para que ahora vengan, de la noche al día, a decirnos que no, que ya no, que la última pretensión era insalvable, y que de los “260.000” puestos de trabajo augurados por un medio de publicación afecto pues que nada de nada, que todo era un érase que se era, en estas fechas donde medio sonreímos de la ingenuidad de los niños enchufados a la magia de los papás noeles, reyes magos y otras parentelas, y nosotros los adultos con un palmo del bingo no cantado en nuestra codicia chiquita y chafada, soñando que soñábamos que todo podía resultar un bluf de mentira enlatada. . . y a otra cosa mariposa.
Que aquí no ha pasado nada, y vuelta a la página siguiente, sin recuento de responsabilidades alguna, . . .porque no se encontrarán, ni están por la labor los adalides de la “decencia impostada”.
Ni que vengan los informes o la denuncia de la UDEF o del mercachifle de turno, que ya ha aclarado el PP que lo de los informes, por muy de élie que sea la policía que investiga, que por muy a chorizo que hieda el sujeto largón, que con todo y por derecho evidencian lo de la “contabilidad en B” en el PP, es cosa del malo malote, extesorero señor Bárcenas, otrora inocente hasta la náusea, hoy apestado negado y renegado, como que ya en 2.005 el tipo iba preparando su coartada en B, para cuando le cogieran con las manos en la masa, mientras su partido, el del finiquito en diferido y muy generoso navegaba venturoso y cándido, con una tripulación tan indeseable, “menos algunos intocables e inmaculados”, que son los que ahora se dedican a “implantarnos” una ley por la transparencia que nadie se puede ni se debe tragar, porque no es de recibo que el decálogo de la buena vigilancia la pergeñen los astutos zorros en el gallinero de sus fechorías, . . .”indemostrables”. . . ¡pues claro!. . .”salvo alguna cosa”, . . . ¡pues también!. . . tan aplicados en salvarnos de la indecencia, ellos que dan por periclitado el pasado que nos sonroja y avergüenza y del que no quieren saber nada, ellos, los tipos que se van inventando “un país muy inseguro” para sacarse de la manga de sus querencias ideológicas una ley mordaza contra el derecho a discrepar y protestar, ahora que se les van cayendo todas las máscaras y los cuentos que fueron apilando entre sabrosas comisiones de proyectos venidos a la almoneda de la liquidación de al por menor, como la red viaria, estaciones incluidas, del metro que iba a ir a la Warner y ya solo forma parte de un paisaje desolado y yermo, entre tantas macroobras, aeropuertos, Ciudades de la Justicia, de las Artes y las Ciencias. . . y cuanto diese beneficios a cuenta del paniaguado contribuyente, y que ahora duermen la pesadilla del abuso del poder y la incompetencia a muy alto porcentaje el subidón de los proyectos frustrados, pasados por la túrmix de la mayoría absoluta que ¿todo lo puede?
Mientras el goteo del desempleo sigue y colea como una lacra miserable, ahora que pretenden que seamos “competitivos” a base de bajarnos los jornales y mal subsistir en unas condiciones laborales precarias e indignas, mientras se quitan de en medio sus fracasos y sus mentiras sin un mal rubor que los ponga en evidencia, a ellos, a quienes nos prometían el oro del Addelson de turno en salmuera de hipócrita y malsana ideología, porque están consiguiendo llevar a cabo su política de “tierra quemada y batida”. . .con la tímida anuencia del miedo y la resignación.
Mientras las desigualdades de entre los aprovechados del régimen y los depauperados del mismo son, cada día, un poco más abismales, absolutamente intolerables mientras callamos y nos buscamos la vida malamente.
Torre del Mar 25 – diciembre – 2.013