Y es que España y, en su nombre, el gobierno de Rajoy, ha aumentado el número de empleos en el último año en cerca de medio millón de nuevos empleos.
Por cierto, muchos de ellos incapaces de asegurar poder llegar a final de mes, sin que llame la atención la letra pequeña de esos empleos que, en cualquier caso, no certifican la recuperación económica que tanto pontifican …
Cuando uno se entera de ciertas desvergüenzas y llamadas al desánimo.
Así como que en los pasados meses se perdieron, en un sólo día, el día 30 de junio 341.000 empleos, el 31 de julio 346.000 y el 31 de agosto 313.000 … en esta nueva política laboral, económica y política, para evitar "consolidar derechos", cuando la tendencia es el contrato de cinco días, para darse de baja el viernes y de alta el lunes, concretamente afectando a un 26% del conjunto de trabajadores, y cuando el trabajo es mensual, también para "no consolidar derechos", y alcanzando a un 43% de trabajadores.
Y ¿no pasa nada?, pues parece que no, y no hay movimiento social alguno, seguramente porque el miedo está paralizando al trabajador común, que tiene miedo de que no le renueven, y soporta rebajas en el sueldo, y contratos leoninos … y mientras el gobierno canta loas y alabanzas y "España es la caña", ¿?.
Y que cada quien asuma lo que sea capaz de comprender, aunque se vea atenazado por la pura y estricta supervivencia.
Aunque España sea la caña, ahora que en el fútbol, gloria de nuestras esencias, nos proporciona las convulsas alegría patrioteras.
Así que repetiremos que ¡España es la caña!.
Incluso aunque miles y millones de españoles sean o seamos quienes estemos logrando mantener a flote esta España nuestra que tanto nos duele.
Madrid septiembre – 2.017
