Cuando yo escucho las variaciones de la Bolsa, a diario en la radio, apenas me encojo de hombros, continuando con mis tareas sin mayor preocupación al efecto. Mientras el panorama, tras prácticamente un año sin gobierno, sigue como siempre, ¿funcionando?, funcionando, y me refiero principalmente al paisanaje de a pie que sigue a lo suyo con normalidad absoluta.
Y eso que simultáneamente las grandes empresas apremian para que comience a funcionar un gobierno ¿afín, doméstico, dócil?. . . para asegurar el "modus vivendi" que parece peligrar ante esta situación que ata los machos de lo "políticamente correcto" para que continúe todo bajo control, bajo "su control", mientras el personal de tropa seguirá sufriendo el "día a día", medio mejor, medio peor, con la inseguridad propia de quienes no tienen seguro el día siguiente.
Sería bueno recordar que el tipo de contrato laboral vigente y normalizado es el contrato temporal en un 97% de los casos. Aunque Europa haya dictado que no se debería enmascarar un contrato laboral definitivo por una sucesión de temporales o en su defecto de interinos. Con el conformismo silente de la clase política, de unos partidos más que otros, con un PP ciscado hasta la cintura y que en ningún caso piensa en cambiar el modelo laboral.
Y sin embargo y con todo ¿España funciona?, ¡qué remedio!, ¡qué otras tenemos!, . . . salvo rebelarnos, siquiera con nuestro voto, contra quienes se han encargado de establecer el tipo de sociedad al que nos vemos abocados si no somos capaces de enviar al "desván de pensar", como poco, a los responsables de la situación devastadora.
Y naturalmente subsistiremos, y desde luego que seguimos funcionando, y claro que es una realidad que debería avergonzar a la clase política, a la casta empecinada en seguir apesebrados, incluso a nuestra costa, incluso obligándonos a tragar sueldos de 7.000 euros mensuales para senadores y senadoras que aún no han sabido explicar, a la población española, para qué sirven, qué coño hacen, tan apoltronados, tan bien "pagaos", . . . aunque más de la mitad de la ciudadanía española no llega a final de mes.
Y ¡claro que funciona España", y claro que millones de españoles luchan, luchamos por sobrevivir . . . aunque andemos cortos de memoria ante atropellos que no deberíamos haber olvidado tan pronto . . . habiendo como han dejado al pairo a la Sanidad y a la Educación públicas, y a miles de ancianos luchando por recuperar sus ahorros birlados, y a cientos y miles de enfermos de Hepatitis C con el miedo metido en el cuerpo, y a los trabajadores indefensos ante una Reforma Laboral injusta, cruel y miserable . . . y así continuando a expensas de sus discursos interesados, mentirosos, mientras el personal de a pie sigue como puede sobreviviendo a duras penas