Solo en la provincia de Málaga han tenido que cerrar más de 1.000 peluquerías por no haber podido afrontar la subida de impuestos en la pasada legislatura!
Y eso a pesar de que el presidente en funciones, candidato in péctore, afirma que su gobierno ha bajado los impuestos, ¿?, y es que alguien o alguna de las partes no se acaba de enterar. ¡Lástima!. cuando las cuentas reales afirman que se han subido los impuestos por valor de 17.500 millones de euros.
En el debate a dos, el señor Rajoy afirmaba que “este país es un gran país”. ¡Muy bien!. De los españoles, españolas, inmigrantes con o sin papeles . . . ya hablaremos otro día. ¿O no?
Incluso siendo capaces de que gran parte de nuestros compatriotas y convecinos son “estupendos”, sin duda. Desde esos dos policías que han muerto asesinados en Afganistán, en defensa de una Embajada de España en la que, por cierto, no vivía el embajador, hasta esos peones, hasta 817 en Málaga, que celebraron un contrato de hasta tres meses, a razón de seiscientos euros mensuales. ¡Cosas veredes!. Sin hablar de los desahuciados, de los desempleados sin ingresos, sin esperanza que ya ni engrosan los números del paro, sin hablar del copago farmacéutico, de la pérdida de la justicia universal, y los recortes salvajes a la educación pública, y de la desigualdad rampante y campante, y el aumento de los partidarios de la independencia catalana, del 10% al 47,8%, y de los trabajos temporales, el 91%, y en precario con disponibilidad absoluta . . .
El otro día Rajoy preguntó al “desahogado” Bertín que si “él también pensaba que era un sosos, un aburrido”. La respuesta del tal Bertín fue contundente: “ni de coña”.
Hoy decía el señor Gabilondo que Rajoy es seguramente “un probo funcionario exclusivamente atento a que le salgan las cuentas, alrededor de la hucha, contando la calderilla”
Pero Rajoy insiste que “éste es un gran país”. Y uno no lo duda pero le interesan más los españoles y las españolas a uno que vive y conoce, sufre y lamenta la evidencia de tantos y tantos que no llegan a final de mes, con el auge de los comedores benéficos, en medio de la pobreza energética de tantos compatriotas que no pueden calentarse en invierno, que deben limitar la iluminación a lo indispensable.
Mientras Rajoy reparte datos “inmejorables”, entre indolente y displicente, porque supongo que él cree que todo va de maravilla, y además confiesa que este país “va de maravilla”, a la cabeza de los países desarrollados, ¿?. Y por eso no hay mucho más que contar.
Y uno tiene la sensación que el señor Rajoy se acercó al deporte “bi” confiado, sin una preparación adecuada, relajado en sus masajeos en programas banales y visitas sinsustanciales, como para que, al cabo, la rudeza de la vida cotidiana de “su país estupendo” le descolocara.
Por cierto se le ha acusado a Sánchez que acudiera al insulto, ¿?, “Usted no es decente”, por lo que el enfadado Rajoy se viera obligado a contestar aquello de usted es “ruin, mezquino, miserable y deleznable”. Muy bien, a nadie le gustan los insultos. Pero uno no puede evitar de acordarse de aquella acusación “vil, mezquina, miserable y deleznable” que, en pleno del Congreso, lanzó Rajoy cuando acusó a Zapatero de “tener las manos manchadas de sangre”. Cuando se creía que acusar a modo grosso sería muy rentable, “desde el boicot al cava catalán hasta la acusación gravísima de connivencia de Zapatero con los intereses etarras”. ¿O no se acuerdan ya del pelaje del personaje?. ¡Pues por eso!.
Torre del Mar 15 – diciembre – 2.015