Pero en fin duele y molesta mucho menos lo de la “exclusión social” ahora que ya han llegado los rigores del invierno y, quien más quien menos, necesitaría poder alumbrarse y calentarse digamos que dignamente, como para sobrellevar la precariedad con disimulo. . .como si fuera a sobrevivir sin demasiados aspavientos.
Pero claro las cosas están como están, por lo que nos cuentan, es decir perfectamente, si no fuera porque ahora nos exigen, eso aseguran ¿desde Europa?, unos recortitos más, arriba o abajo, de unos 35.000 millones de euros, en fin ya se sabe para lo de la ingeniería financiera, que cuadre y que probablemente no tiene nada que ver con lo de . . . “la exclusión social”, o eso de malvivir o no vivir en un desamparo casi absoluto, dependiente de la caridad benévola o de algún que otro programa social para hacerse cargo de las facturas de la luz y del calor, tampoco sin abusar, aunque las víctimas estén ya hartas del abuso y manoseo que de ellas han hecho los principales de este “invento llamado Europa”. . .que les ha ido dejando literalmente a la intemperie. . .como para que terminemos acordándonos de los ladrillos refractarios y los sabañones de pobre de antaño.
Aunque siempre se pueda sacar pecho, como ahora el alcalde de Jaén desentendiéndose de las ayudas debidas a los “dependientes”. . .porque estos podrán esperar o no pero los contenciosos con la Junta entretienen mucho más y se publicitan mejor. O ahora que nos van explicando y, lo escuché de los “rebuznos” de un buen telepredicador de la ultraderecha española, acusando a los basureros de “ciudadanos de primera”, ¡ole tu mala entraña!, como para haber hecho sufrir tanto a la ciudadanía de a pie madrileña por un “capricho” tan renunciable como el de mantener su puesto de trabajo, aunque con el salario congelado para cinco años y una “salida honrosa y onerosa” al paro anualmente de 45 días. . .¡Por excluidos sociales y por aprovechateguis! y es que se quejan por molestar . . .o no cuando también resulta que la alcaldesa del ¿rompeolas de las Españas? también saca pecho e insiste en regular la ley de huelga. . .porque ¡les molesta tanto que se haga huelga e incomode!. . . con lo fácil que sería sustituirla por unos servicios mínimos de un 100% y una resignación a prueba de abusos y sinvergüenzadas.
Pero en fin la exclusión social toca ahora que aprieta el cierzo y demasiada gentuza piensa que se puede pasar sin el calor suficiente y a oscuras, en la piel del otro, aunque si se “regala” el óbolo de un “inapreciable y cicatero bienestar lumínico y calorífico” pues habrá que “venderlo” como si fuera un sacrificio que . . .igual ni se lo merecen mientras se calcula el rédito político y electoral de la medida “bien vendida”.
Pero ya se sabe que la exclusión social es callada y sucia, con lo bien visto que resultaría poder sentar de vez en cuando un pobre a la mesa, más que nada por figurar en el estatus biempensante de la comunidad. . .mientras en tanto jirones de carne y sangre humanas andarán secándose en las concertinas de la puerta sur de nuestra querida patria, por un acuchillado perfecto de los desgraciados, excluidos sociales, ilegales y alegales sin derecho a casi nada, que intentan entrar y saltar la valla de nuestro paraíso ¿civilizado?, a la voz y a la llamada de la vesania de los incomparables carroñeros de nuestras madres patrias, que tanto lucen el lustro con su mucama de cabecera y mucho fiar, mientras predican la xenofobia y el odio miedoso disfrazados de miserables estadistas, de hienas que ríen mientras devoran las migajas que tampoco quieren regalar.
Torre del Mar 1 – diciembre – 2.013