Fallece Rosa López Santos, corazón de El Pimpi Florida

Hija del fundador del mítico bar de El Palo y encargada de la cocina, ha fallecido este domingo

Miguel Ferrary

 

El Palo está de luto. Rosa López Santos, corazón de El Pimpi Florida, ha fallecido este domingo a los 69 años. Siempre en la cocina y alimentando a los muchos clientes fieles de este mítico establecimiento de Málaga.

El velatorio por Rosa López es en la tanatosala número 2 del cementerio de El Palo, donde será enterrada este lunes a las 10.00 horas. Siempre vinculada a su barrio, donde era conocida por su generosidad y buen trato, sus restos permanecerán allí.

El fallecimiento de Rosa López es un duro golpe para El Pimpi Florida, que hace 10 años perdió a Jesús López, hermano de Rosa y la cara más visible de este bar, fundado por sus padres en los años 50 y un referente en la ciudad por su comida, vinos y ambiente.

Rosa López era el corazón de El Pimpi Florida con su trabajo en la cocina. Menos conocida por el gran público, los habituales y fieles de este establecimiento y los vecinos de El Palo conocían de su labor fundamental y callada. No en vano, más allá del especial ambiente que se vive en el bar, su buena mano con el pescado, como las gambas, almejas, rosada o calamar y gambones a la plancha marcaban a los clientes.

El Pimpi Florida, sigue

Aunque ahora cierran por vacaciones poco más de un mes, el bar seguirá a cargo de Pablo, sobrino de Rosa, que lleva diez años en la barra supliendo la ausencia de su padre, que falleció de forma repentina hace 10 años de un ataque al corazón. Con el fallecimiento de Rosa se va una persona vital y cariñosa, una anfitriona generosa, como este mismo periódico pudo comprobar cuando amablemente nos abrieron las puertas para hacer un reportaje con Carlos Suárez y Alberto Díaz antes de comenzar la Copa del Rey de 2020.

  • Todos la que la conocían coinciden en señalar una cosa: era una persona muy auténtica, que te hacía sentir en casa aunque la vieras poco. Su vida queda vinculada a El Pimpi Florida. La muerte de su hermano Jesús fue uno de los grandes golpes que le dio la vida, al igual que la pandemia del Covid, que la llevó a cerrar el bar durante meses de incertidumbre. Su reapertura fue uno de los días más felices de su vida.