El baloncesto malagueño sufrió ayer una pérdida irreparable y profundamente dolorosa. Toa Paterna, una de las referencias del baloncesto de cantera en la ciudad, falleció ayer por la mañana como consecuencia de una larga enfermedad contra la que luchó durante los dos últimos años y medio. Tenía sólo 47 años, aunque una extensa trayectoria profesional a sus espaldas forjada, entre otros, en los clubes más señeros de la capital, como El Palo, San Estanislao, Maristas, Clínicas Rincón o Unicaja.
Precisamente, tras pasar los últimos años entrenando en Jerez, el Unicaja tenía previsto recuperarlo e integrarlo en su organigrama técnico de cantera para la próxima temporada. Ya trabajó en él como director de las categorías inferiores años atrás, en los que marcó una época con una visión y concepción de la labor técnica absolutamente innovadora, apoyada también en su formación como psicólogo. Sergio Scariolo incluso se fijó en él como integrante de su cuerpo de ayudantes para el equipo ACB en la temporada 2004-2005, aunque ciertos problemas personales lo obligaron a renunciar al ofrecimiento tras un par de meses en su labor.
Ilusión
Hijo de Pepe Paterna, uno de los nombres pioneros del deporte de la canasta en Málaga y presidente durante años de la delegación en Málaga de la Federación Andaluza de Baloncesto, Toa Paterna consagró su vida por completo a este juego. Sus más allegados destacan, entre otras muchas virtudes, la ilusión depositada en el deporte una vez conocido ya el diagnóstico de su enfermedad. A él se entregó de lleno y con una ilusión total, la suficiente para consumar un trabajo brillante en las tres últimas temporadas al frente del DKV Jerez y colaborar con cuantas peticiones recibía.
Precisamente, una de esas últimas ayudas prestadas al Unicaja fue la colaboración específica que desarrolló con Guille Rubio en el tramo final de la temporada, con el que trabajó de forma personalizada en Málaga, y cuyos resultados quedaron puestos de manifiesto durante los últimos 'play-off', en los que Rubio ofreció sus mejores minutos con la camiseta verde.
Para toda una generación de entrenadores malagueños, Toa Paterna se presentó como un auténtico hombre de referencia en lo profesional y en lo personal. Todos los que trabajaron con él ponen de manifiesto no sólo sus conocimientos, sino su talante humano y disposición desinteresada
Fuente: Diario Sur.