En otro orden parece ser que la financiación de Cáritas por parte de la Iglesia Católica no supera el 2%, y a menudo los jerarcas de esa Iglesia sacan excesivo pecho al respecto.
Uno recuerda que se le quedó grabado la pobreza casi absoluta en la que nació el buen “Jesusito” al que me enseñó mi madre a invocar cuando era un niño. Y también recuerdo, cuando ya era capaz de leer y estudiar el Evangelio que el mismo Jesús declaró aquello de que “sería más difícil que un camello entrara por el ojo de una aguja que un rico en el Reino de los Cielos”, y uno se creyó que podría ser literal, luego ya se encargaron los mentores a explicarnos que todo era muy interpretable.
También recuerdo que, volviendo al mencionado Jesús, éste se enfadó y muy mucho como para echar a zurriagazos a los mercaderes del templo. ¿También era algo figurado?.
Yendo a la sabiduría popular uno evocaría dos dichos muy seculares y muy extendidos, sin duda, tales como: “Vives como un cura”, y “Pasas más hambre que un maestro escuela”. Fe y ciencia, fe devota y conocimiento, fe ciega y cultura. Y uno siente que alguna razón muy asentada en nuestra genética patria debería asignarse a tales dichos.
En cualquier caso y en los tiempos que corren la realidad es tozuda, al menos gracias al empecinamiento del PP, o de la derecha española que viene a ser muy similar, tal vez intentando “colorear” políticamente a la Iglesia Católica y a sus jerarcas que tan poca oposición ponen, por otro lado, como para librarse de una fiscalización a la que todos, en este santo y sufrido país llamado España, estamos sujetos, mientras una única religión es privilegiada para no ser fiscalizada en el uso de los fondos públicos recibidos, en un país que se declara “aconfesional”, ¡toma bemoles!.
Y de paso “la Iglesia de los pobres” tan alejada de los centros del poder en nuestra Iglesia Católica, “española y muy española”, financiada por y entre todos para que, después de todo, no tengamos derecho a saber en que se gasta el montante ofrecido.
Torre del Mar enero – 2.017