Flamenco jondo para el bienestar de Ismael

Viajaba de «paquete» en una moto que conducía su padre. Fue en la avenida Juan Sebastián Elcano y el asfalto que ambos rozaron quedará para siempre en su memoria. Pero hay golpes que no vienen solos, y el desempleo se ha adueñado de esta humilde familia, que subsiste con los ingresos de una tía y una abuela del joven.

Angustiados por la situación económica y por las incomodidades de la silla de rueda que la Seguridad Social le proporcionó, no dudaron en pedir ayuda. Esta se materializó el pasado 21 de junio y gracias al empeño de vecinos y peñas, Ismael Caparrós ya tiene una silla de ruedas cómoda y que le permite que salir a la calle sea más llevadero.

Tras dirigirse a la Asociación de Vecinos de El Palo, este chico se topó con una de sus mayores alegrías desde que quedó discapacitado en agosto de 2013: el festival flamenco que cada año organiza la asociación y distintas peñas sería a beneficio de su enfermedad y en aras de recaudar el dinero suficiente para pagar su silla de ruedas. Mañana mismo, un acto a las 20.30 horas en el local Social de la Asociación de Vecinos de El Palo hará la entrega oficial de la silla, de la que el joven lleva disfrutando ya unos días.

Y es que los 4.300 euros que costaba la silla de ruedas que necesitaba Ismael se había convertido en un abismo. «Estoy esperando a que me den alguna ayuda, he echado papeles para casi todo, pero de momento nada», se lamenta el joven, que no tiene palabras para agradecer a la asociación el gesto de celebrar el festival con fines recaudatorios.

«Me ha venido muy bien y me ayuda a estar más recto y a ser más ágil porque la silla pesa menos. Me cuesta mucho menos ir por la calle, la anterior era más armatoste y los pies me rozaban con el suelo», cuenta el joven.

El XII Festival Flamenco de El Niño de las Moras, que cada año celebran varias asociaciones y peñas, tuvo lugar el pasado 21 de junio en el auditorio de Playa Virginia de El Palo. En esta edición se ha homenajeado a Pepe Soto, famoso cantaor hijo de la Niña de la Puebla, aunque también actuaron el jerezano Jesús Méndez, Laura Román y el Niño del Chaparro.

Uno de los miembros de la asociación, Paco Leal, reconoce que es la primera vez que el mítico festival no es gratuito. «Ha sido por una buena causa. Decidimos poner un precio simbólico de cinco euros y una fila cero. El barrio se ha volcado», dice. A la cita acudieron más de 600 personas y lograron recaudar 4.600 euros. 300 de ellos han ido a parar a los bolsillos de Ismael, que se ha comprado artículos básicos para su día a día y cuya próxima meta es sacarse el carné de conducir y comprarse un coche adaptado.

Aunque la organización del festival no descarta que en próximas ediciones vuelva a tener fines benéficos, la idea es continuar con la idea de la gratuidad. «Es una forma de dar espectáculo y cultura para disfrutar del flamenco. Muchas personas mayores a las que les gusta y que no tienen poder económico disfrutan de él cada año, por lo que seguimos con la idea de que sea de puertas abiertas», reconoce Leal, que admite que el festival, que aunque va por su duodécima edición se celebra desde 1976, ha acogido a figuras de renombre como Carmen Linares, Capullo de Jerez o Juanito Villar. «Es un festival de primera fila».