Durante el acto del homenaje, Fosforito que cumple 70 años dedicados al cante, apostilló que “he dado siempre el alma”, para continuar afirmando que “cuando estoy a gustito acude el duende y estoy dando el corazón a la gente, esa es la mayor satisfacción. Ese ha sido el motor que me ha movido más de 70 años de cantaor”.
El artista se mostraba feliz por el reconocimiento que le dio la Organización Nacional de Ciegos Españoles (O.N.C.E.). Algo que dejó patente al afirmar que: “todos los premios tienen mucha importancia por el cariño con el que se da, tiene una ternura y un afecto porque se hace a una labor de mil y pico de años que llevo”, decía con sorna.
Fosforito no pasó por alto el resaltar que a su juicio, el flamenco aunque ha estado siempre reconocido, “otra cosa es valorado. El flamenco es el alma de Andalucía. Como decía Antonio Mairena es la razón incorpórea, una cosa inexplicable pero que está ahí vivo, es el Cristo de nuestras tierras”.
La Bienal Flamenca de la ONCE es un evento que se celebra desde 2004, en Granada, en colaboración con el Instituto Andaluz de Flamenco, coincidiendo, además, con los años de celebración de la Bienal de Flamenco de Sevilla.
Su objetivo es descubrir nuevos talentos en el mundo del toque y del cante y dar oportunidades a los artistas con discapacidad. En esta edición, la cantaora de El Viso del Alcor (Sevilla), Vanessa González, y el guitarrista también sevillano, de Bormujos, David Campaña, recibieron los premios a los nuevos valores del flamenco al cante y a la guitarra; y el malagueño, Sergio Molido “El Kuko”, recibía el premio como artista revelación con discapacidad.
Finalmente, esta jornada flamenca cerró con el bailaor y coreógrafo sevillano José Galán, precursor del flamenco inclusivo, acompañado al baile por Lola López y su espectáculo “Sueños reales de cuerpos posibles”.
