FUEGO CRUZADO AMIGO

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Cuando se les antoja hacer una Reforma laboral, cursan las instrucciones oportunas y se lleva a cabo. Quien dice una reforma laboral dice una ley mordaza . . .”

                                                               “Mucho ojo, pues, con lo que hacemos, porque se pueden enfadar. Sesenta o setenta personas son las dueñas de un mundo en el que la mayoría pasa hambre, sed, frío y un sinfín de calamidades. Es lo que llamamos estabilidad”. Juan José Millás

                                                               Ayer el presidente del BBVA exhortó a la ciudadanía de a pie que tuviésemos cuidado con embarcarnos en aventuras de dudoso éxito, al servicio de gobiernos “poco estables” que no estuviesen al servicio de quienes debieran.

                                                               El petróleo baja, las Bolsas bajan a su vez. La economía global se resquebraja  . . . y la inmensa mayoría volvemos a perder. Nada nos es favorable.

 

                                                           Que ya lo comentaba don Vito Corleone, seguramente: “Vigila a tus enemigos pero mucho más a tus amigos”.

                                                           Y el bueno de Pedro Sánchez en la tesitura de ni para hacia adelante, ni para hacia atrás. Y además en la obligación de no moverse o moverse en la peor de las circunstancias . . . haga lo que haga, decida lo que decida . . . con el dedo apuntando amenazador desde el seno de su propio partido.

                                                           Y es que la urticaria dentro de las filas socialistas va germinando y picando a su derecha y a su siniestra, con un “Pedro Sánchez” que no hay manera de “quitárselo” de encima, por parte de los barones patricios y la baronesa principal con mando en plaza, desde la inspiración áulica y “viejuna” de los próceres de la “cosa y la casta socialista” que andan, como poco, “desorientados”.

                                                           Cuando ya se habían hecho a la idea de que el PP debiera desgastarse en otra legislatura más, hasta caer de maduro y caduco, y el turnismo regresara a la palestra política, porque el bipartidismo “ha pintado muy bien”, a los unos y a los otros, tan acostumbrados ambos partidos a “repartirse” el tiempo en el poder y el poder en el tiempo que siempre fue suyo.

                                                           Vistos ahora en el brete de “mojarse” y tomar partido, ¿por los más desfavorecidos?, ¿por quienes han estado sufriendo, durante cuatro años, el gobierno desalmado del PP?, como para insistir, vía ambición personal, vía coartada de los Estatutos del PSOE, según el Comité Central, la Ejecutiva que todo lo pueda . . . y  que acabe con . . . “¿la ambición de Pedro Sánchez?” . . . que “naturalmente o a la fuerza” busque la puerta de salida . . . porque “los barones y la baronesa” del PSOE no quieren dejar el poder, al menos, dentro de su partido. Menos es nada y además saben que no deben soliviantarse más de la cuenta, porque “el amo siempre es el amo”.

                                                           Con las ganas de volver a un gobierno, ni sí, ni no, un gobierno que abogue y defienda la sacrosanta “estabilidad”, esa manera de hacer política “seria y serena” que reclaman los banqueros y los empresarios, para que todo permanezca prácticamente igual, con los retoques propios de una socialdemocracia que apenas se dedique al maquillaje.

                                                           Con lo bien que les ha ido remover tan poco el caldo de la olla.

                                                           Con lo bien que les va dejándose mecer por la intrapolítica, por los cauces y los protocolos propios de una forma de hacer política que, de buenas maneras, con guante de seda y palabrerío inane, de acuerdo con  las geopolíticas imperantes, por ejemplo, en aras de la desigualdad inevitable. . . porque sí y porque así lo han decidido los poderosos del mundo, venerando al gran ídolo imperante, al gran “becerro del oro”.

                                                           Todos sumisos y al dictado del orden establecido que deje las cosas muy parecidas, aunque vuelvan a seguir perdiendo los de siempre y el cambio solo sea de lucimiento, de chapa y pintura.

                                                           Y así pues que libre la mala uva, la inquina interna, a Pedro Sánchez de sus propios si pretende aliarse con “los distintos”, porque por encima de todo está “el acomodo” incuestionable de los y las principales del PSOE puestos en apuros  . . . por si le da por ponerse, al líder actual, Pedro Sánchez, demasiado cerca de los problemas e inquietudes de los y las ciudadanas de nuestro país.

 

                                                           Torre del Mar    enero – 2.016