¡Bendita virtud inasequible al desaliento!, con el personal vocero proclamando lo "íntegros e íntegras" que eran y son los pillados en falta, dirigentes imputados, investigados, puestos en cuestión, llamados a declarar . . . a pesar de esa "integridad" intachable que parece haber cuajado en la mente, el corazón y las convicciones de sus conmilitones y correligionarios.
A la espera de una dilación y un recurso, y a más de la proclamación previa del complot que ha supuesto poner en entredicho la trayectoria personal y pública de tales guripas, tras haber ocupado lugares y cargos de tanto poder y que ahora tengan que arrastrarse por la duda de no haber sido tan . . . honestos, después de todo.
Y con todo se repite la consigna, la fe en su inocencia y en su integridad, y si no . . . pues largo me lo fiáis . . .que para entonces cualquier "matao" se va a acordar.
Y el fango y la hez permanece y permanecerá ahondando en la desconfianza de la ciudadanía que duda entre dos posibilidades, o copiar de sus mentores mangantes o mandarles a todos ellos al "peo".
Y de paso el sistema ha de sobrevivirse a sí mismo, sobre toda la mierda y, lo que es peor, sobre todas las fechorías llevadas a cabo a lo largo de años y años, mediante prevaricación, fraude, blanqueo de capitales, malversación . . . y todo ello luchando por un viejo conocido : el clientelismo, untando, pervirtiendo, comprando al vasallaje que de tiempo en tiempo habrá de votar a los mangantes, magníficos y generosos desde sus poltronas, llámense Griñan, Chaves, Barberá, Pujol . . . que qué más da si la telaraña de intereses se ha montado y surte sus efectos, favor a favor, mamandurria a mamandurria, perdido todo código ético, saltándose los principios y valores que alguna vez creímos insustituibles, válidos, humanos . . .
Y así se va sorteando el impresentable panorama patria, con nuestros y nuestras dirigentes aferrados a sus sitiales, prebendas, aforamientos, vericuetos judiciales . . . como si no hubiera sido para tanto, sin que a ningún barbián de traje de seda y línea diplomática se le ocurra asumir su responsabilidad personal, pública y política, al menos para pedir perdón por tanta desfachatez encubierta, por tanto clientelismo malnacido, comprando favores y votos, adhesiones y fidelidades de la necesidad de los más desfavorecidos, . . . mientras ellos hacen mutis enfurruñados porque "¡les deben tanto!" esos partidos políticos tan poderosos como podridos de arriba a abajo, sin que ningún superviviente con mando en plaza descargue y enmarque la responsabilidad de quienes "se sirvieron a ellos y a los suyos" . . . por mucha labia que ahora desplieguen para seguir echando balones fuera.
Apelando su fe en la inocencia e integridad de los encausados, golfos e incompetentes . . .de manera que suponga otra bofetada al pueblo soberano que ha cumplido su parte siquiera aguantando el chaparrón hasta ahogarse en el esfuerzo, en el sacrificio impuesto desde arriba, en la servidumbre que ha logrado hundir a más de la mitad de la población española en las tinieblas de la pobreza.
Torre del Mar septiembre – 2.016