Hasta que ha llegado el gobierno, vía estrictamente democrática, de Syriza y anuncia “grandes cambios contra la austeridad”. . . a favor de esa humana fraternidad que tanto se aplaude con la boca pequeña y la loan los mandatarios en sus congresos y convecciones . . . ecuménicas, farisaicas, pomposas, cuasi místicas y dicen y prometen y aseguran. . .que van a ser “buenos dirigentes”. . . hasta con los pobres de la tierra.
“Pero lo que no pueden consentir no lo van a consentir”, cuando el gran monto de sus beneficios astronómicos está en juego y pueden perder el engorde obsceno de su pitanza diaria, ingente, voraz e insaciable, incluso y sobretodo a costa de los más desgraciados. . . de la tierra.
Y es que el gobierno de Alexis Tsipras y eso es “un grave delito”, ¡sin duda!, para los facinerosos que nos gobiernan y sus mamporreros que nos gestionan, esos mismos que tanto odian la palabra que los define: ¡Casta!.
Y es que el gobierno griego pretende: . . .¡ lo inadmisible!. . .
Como subir el sueldo mínimo a 751 euros y el restablecimiento de la negociación sindical y los convenios sindicales, contra, por ejemplo, el despido libre.
Además de congelar la privatización del 67% del puerto del Pireo, de la principal empresa pública de electricidad e “intereses nacionales estratégicos” como puertos y aeropuertos. Así como facilitar energía gratuita para los 300.000 hogares que no disponen de ingresos para adquirirla.
Eliminar el copago sanitario, 5 euros por consulta y 1 por receta, y restaurar el acceso universal al sistema público de salud para los 3 millones de griegos, parados de larga duración y autónomos que no pueden pagar el seguro, sin asistencia normalizada.
Recuperación de la paga de navidad para jubilados que cobren menos de 700 euros.
Recontratación de 10.000 funcionarios, despedidos sin garantías constitucionales.
¡Claro pues! Todos ellos unos delitos de ¡lesa humanidad! como para que sean puestos en el corolario del peligro que suponen, cuando se percibe que “los pobres pueden subirse a las barbas de su dignidad chafada”, porque “los pobres pueden aguantar lo indecible y un poco más”, . . .aunque supongan su muerte adelantada.
Mientras el mundo “civilizado” tras sus poderosos mandatarios sigan sacando pecho, a costa de sus parias ciudadanos. Mientras los dividendos vayan ahondando la desigualdad perfecta.
Y por eso:
Los griegos, “que lo tienen” sacan su dinero de los bancos.
Y Alemania endurece su postura ante la negociación con Atenas.
Y los gobiernos de España, Irlanda y Portugal se niegan a dar más margen a Grecia.
Y la prima de riesgo se dispara por encima de los 1.000 euros . . .para hacer más y más imposible el cumplimiento de la deuda griega.
Y las bolsas se desploman en Grecia
Y todo el poder financiero, insensible, cruel y rentable. . . someterá este aliento de “nueva vida” que promete el nuevo gobierno griego . . . porque es su fin primero y último, porque desde abajo . . . seguiremos gritando :
¡quizás!,
¡ con seguridad!,
¡qué vivan “las caenas”!
Mientras los pobres de la tierra celosos de sus miserables existencias, intocables, miedosas. . . ante los poderosos que ya han empezado a poner todas las dificultades ante la rebelión. . .de los pobres de la tierra. . . intentarán sobrevivir, incluso dignamente, incluso con una media sonrisa.
Aunque lo humanamente decente y digno haya dejado de ser “un derecho humano”.
Y la señora Carmen, de 86 años, ha recibido la aportación voluntaria recaudada por el modesto club de fútbol del Rayo Vallecano, exactamente 21.000 euros para ayudarla, tras el indecente desahucio provocado por el Ayuntamiento de Madrid en su afán de vender a fondos buitres viviendas sociales, para que ocupe otra vivienda digna a su esfuerzo vital, a su ciudadanía. . .descuidada a su mal infortunio, a la humanidad más elemental. Y la señora Carmen agradeció el esfuerzo y dijo que con la mitad se “arreglaba”. Y solo cabe emocionarse ante tanta grandeza humana
Y simultáneamente los preferentistas de Bankia siguen desazonados, manifestándose, contra la desvergüenza de los responsables que lo fueron de Bankia y les estafaron, mientras ellos gastaban y gastaban . . .e intentaban “cambiar sus relojes de regalo, de 12.000 euros, por dinero en efectivo”. Y tan canalla comportamiento se pretende dar por semiolvidado.
Mientras los enfermos de Hepatitis C siguen en sus trece de que el gobierno se haga cargo de su asistencia sanitaria. . . mientras el gobierno y el ministro de Sanidad en su nombre. . . habla de que los ciudadanos tal vez podrían “colapsar” un poco menos las Urgencias . . .y todos somos víctimas del mal gobierno que nos tiene al albur de nuestra intemperie.
Madrid enero – 2.015
