España sigue siendo subcampeona en desigualdad, tras Chipre, en Europa, consagrado el partido político forjador de tal mérito desde hace ya más de cinco años, gracias al “apoyo popular”, más o menos a la baja desde la mayoría absoluta hasta la mayoría simple, de quienes parece que de momento insisten en consagrar esa desigualdad, ¿Por qué razón?, ¿en virtud de qué cobarde conclusión?.
Siendo los datos tozudos. En el pasado 2.016 se constataron nuevos millonarios, a razón de 20 al día, como si se tratara de una fábrica de “chorizos”, hasta la consecución de un aumento de la pobreza de un 33% en el 30% de la población española.
Afinando un poco más parece cierto que la fortuna de los tres españoles más ricos equivale a lo que poseen, menos es nada, el 30% de los españoles más pobres, es decir y aproximadamente 14,2 millones de compatriotas.
Y la desigualdad instalada en la insensibilidad más absoluta y cruel.
Y una población acomodada, levemente enrabietada, ¿o tampoco?.
Mientras en la legislatura pasada se perdieron, o se recortaron, o se enviaron al “peo” a más de 52.000 profesionales de la Sanidad pública y ahora, ante la primera epidemia de gripe, los pasillos de nuestras Urgencias hospitalarias se abarrotan de pobres enfermos aguantando la carestía . . . gestionada por sus gobernantes elegidos . . .¿con desgana, o decepción, o derrotismo?, ¡váyase a saber!, mientras la desigualdad disimulada va formando parte del paisaje nacionalizada, medio mimetizada, descarnada.
Con una realidad mundial que asegura que el 1% de la población mundial posee literalmente el 99% de la riqueza . . . también . . . mundial.
¡Aviamos estamos!
Torre del Mar enero – 2.017