Los primeros rayos de sol de la jornada otoñal aún no habían salido cuando, a las ocho de la mañana, la talla abandonó la parroquia paleña de las Angustias para dirigirse al Centro. Lo hizo surcando las olas de la bahía malagueña a bordo de una jábega, escoltada por una multitud de embarcaciones, que la dejó en el muelle dos del puerto pasadas las nueve y media. De allí, en unas andas, fue, en rosario dirigido por el delegado de Hermandades y Cofradías, Felipe Reina, hasta la Catedral, donde se celebró una misa de mucho sabor marinero y malagueño, en la que intervino el coro Aire Andaluz.
Emociones
La primera procesión de la Virgen del Carmen por el Centro Histórico no se olvidará fácilmente por las intensas emociones que se vivieron en su discurrir por las arterias del corazón de Málaga. Una salva de aplausos recibió, pasado el mediodía, la salida de la Virgen del Carmen por la puerta del Patio de los Naranjos. El trono, que llegó a ser levantado en un momento del recorrido por el portavoz de IU en el Ayuntamiento, Pedro Moreno Brenes, fue adornado con liliums naranja y un gran centro de rosas de color rosa a los pies de la imagen.
Varios turnos de hombres la portaron a lo largo del recorrido. Hubo tanto varones como mujeres ataviados de marengos. Siete remeros, con idéntico traje, escoltaron a la Virgen del Carmen en su desfile, que fue recibido por cientos de personas al llegar a la calle Larios. Los momentos de mayor belleza y emoción se vivieron en esta céntrica vía. El trono fue levantado varias veces a pulso entre los aplausos del público, que también contempló los bailes por malagueñas ante la Virgen.
El trono se movió con cadencia a los sones de la marcha »Callejuela de la O», interpretada por la banda de música de la Cofradía de Zamarrilla, y se estremeció cuando las notas de la malagueña »Virgen de la Paloma» rompieron el aire del mediodía. La imagen enfiló entonces la calle Sancha de Lara, bajo las atentas miradas de las esculturas de Rodin que estos días pueden verse en la calle Larios.
Sobre las tres de la tarde, la imagen volvió a embarcarse para abandonar el Centro y dirigirse de nuevo a El Palo donde, en vez de recogerse directamente en la iglesia de las Angustias, fue llevada hasta la zona de Las Cuevas. Finalmente, regresó a su templo pasadas las cinco de la tarde.