¿Qué le ha parecido el informe de Alatec que diagnostica la situación del litoral y hace un avance de propuestas de actuación?
Hay que decir que es un documento sincero, exhaustivo y hecho con mucho rigor en el que se diagnostica y se pone sobre el papel toda la problemática que afecta a la costa malagueña. Esto nos va permitir trabajar de la mano con todos los sectores implicados, fundamentalmente la Junta de Andalucía, para afrontar, con rigor y seriedad, el futuro del litoral.
En este sentido, ¿qué vías se abren ahora?
En base a la información que nos ha proporcionado el documento tenemos que empezar a trabajar sobre ello para ver cómo abordamos cada problema concreto, quién debe asumir cada cosa, con qué sistema,… Hay que trabajar conjuntamente para ir reconduciendo de una manera paulatina y gradual la situación para conseguir un litoral en mejores condiciones.
¿Se debe ser optimista y tener esperanza de que Málaga puede tener un litoral mejor?
Naturalmente; no es tan complicado. Se dan todos los condicionantes porque tenemos un buen diagnóstico de la costa, la Junta está desarrollando las planes de ordenación del territorio, que son una buena herramienta, los canales de comunicación entre administraciones cada vez son más fuertes, no es algo costoso, estamos a tiempo de intervenir y, sobre todo, hay una gran sensibilidad ciudadana sobre estos asuntos y los efectos del cambio climático. Estamos en unas buenas condiciones y si empezamos a trabajar ahora en una década veremos mejoras notables en el litoral de Málaga.
Volviendo a algunos de los aspectos del documento, en el informe se propone recuperar las concesiones de los Baños del Carmen y eliminar espigones y parte del paseo marítimo de Pedregalejo, El Palo y la playa de El Chanquete, ¿qué opinión le merece este asunto?
En esa zona, al igual que en otras, hay concesiones que son legales y ahora entorpecen un destino más público y de interés general. En esos casos nuestra política es la de ir rescatando las concesiones, con las correspondientes indemnizaciones. Además, en esa parte de la capital existe un paseo marítimo y unas obras marítimas que nosotros pensamos que no tienen la calidad suficiente y ahí es conveniente hacer una transformación profunda para dotarla de elementos costeros más modernos, avanzados y de mayor calidad. Para ello, en los próximos meses, presentaremos un plan en el que estamos trabajando.
Otro de los asuntos espinosos es el del futuro de las casas construidas en espacio marítimo-terrestre en zonas como El Palo, Pedregalejo o La Araña, ¿qué va a pasar con ello?
El documento propone una remodelación de la zona y eso puede ser una oportunidad para resolver de manera racional, razonable y civilizada esta situación.
¿Los ciudadanos que las habitan pueden estar tranquilos de que no se van a demoler?
Los dueños de casas en el espacio público marítimo-terrestre deben estar tranquilos; estamos trabajando en la búsqueda de una solución razonable que sea buena para el conjunto de la ciudadanía.
Esta situación se produce también en otras zonas como Banana Beach en Marbella, la barriada El Castillo en Manilva, una residencia de Unicaja en Arroyo de la Miel o el hotel La Rada en Estepona, ¿qué va a ocurrir con ellos?
Primero hay que decir que estos casos hay que verlos uno a uno. En muchos de ellos ya se está trabajando. Hay situaciones en las que planteamos el traslado porque es verdad que hay edificios que están mal situados sobre el territorio, no aportan ningún valor a la costa y están en situación de riesgo, más aún cuando nos exponemos a los efectos del cambio climático. Por tanto, no debemos mantener los ojos cerrados y tenemos que buscar fórmulas urbanísticas, donde nosotros no tenemos competencias, y plantear el hacer una reordenación urbanística para que el patrimonio de estas personas no se pierdan y lo tengan en otra parte del territorio menos vulnerable.
Respecto a los chiringuitos, ¿la política a seguir va a continuar siendo el traslado desde la arena a los paseos marítimos?
Esa es la idea. La zona de arena de las playas no debe ser colonizada por enormes establecimientos de restauración. Entendemos que estos establecimientos son necesarios, son la seña de identidad del turismo, y hay que mantenerlos pero en los lugares apropiados. Hay que reconducir de manera gradual la situación, en colaboración con el propio sector, para tener el mismo producto, pero mejor colocado.
La pérdida de arena de las playas es otro de los graves problemas de litoral malagueño, ¿qué acciones de prevén?
Vamos a hacer una gestión integral de las arenas, en la que, trabajando con las mismas armas de la naturaleza, intentar aprovechar al cien por cien la arena presente en el litoral y evitar que se pierda.