«L A C A T E Q U E S I S N A C I O N A L»

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Pero y con todo los obispos están muy enfadados, y quieren “más y más y mucho más”, ellos tan patriarcales y ungidos, con su misoginia echada al monte del enfado bendecido por la fe que enarbolan.

                                               Ahora que les parece tan poco que “la doctrina” tenga su sitio en el currículum académico, universal y laico. .  .pero mucho menos, por la gracia “aconfesional” del Estado protector, por la gracia, la presión del Concordato y el enfado sobreactuado de subirse por las paredes de los santos prelados, con su media de edad de los sacerdotes a su cargo entre los 64 y los 74 años de edad. Considerables y venerables, sin duda.

                                               Mientras se quejan porque quieren “más y más y mucho más”, incluso sobre otra asignatura de “valores cívicos”. . . y ¿para qué?. .  .¡el civismo!, habiendo perdón de los pecados sin o con propósito de enmienda, ¿para qué una dosis “laica y perversa” de civismo?

                                               Por la santa campaña de evangelización católica empezando por las mentes más imberbes,  en la casa de todos, en la casa común de la escuela obligatoria y universal, con el currículum del adoctrinamiento evaluable, como para andar de descreídos y tal y tal. .  .con el “pepinazo” que te puede venir encima para bajar. . . la media.

                                               Se imagina uno a ese niño con su matrícula de honor por haber dicho la “oración” evaluable de carrerilla y, a la vez, a ese otro niño con su insuficiente a cuestas por no haberse sabido la misma oración ni de carrerilla ni a rastras de no habérsela estudiado, o por falta de memoria, el chiquillo, . .  .y es que a uno le dan escalofríos, aunque no disponga de esa fe imprescindible para entender los designios inescrutables del dios de los obispos. . .enfurruñados. . . para interpretarle, por supuesto y por delegación apropiada, sí o sí.

                                               Pero en fin, como una marea, el miedo que busca el consuelo y el clavo ardiendo. .  .por la inmortalidad soñada y deseada, aunque no se tenga noticias de nadie que. . .pero, por si acaso, que “mal no les hará”, dicen, por una avemaría. .  .¿la vida eterna?. . . pues por eso, y que ¡un pimiento para los valores cívicos!, y toda la fe para el poder de los purpurados que andan con el rictus fruncido por mucho que “aseguren que la fe en su dios solo produce felicidad” ¿?.

                                               Aunque los cofrades del Cautivo en Málaga anden a la gresca, y la catequesis ya tenga su sitio de pleno derecho en la escuela pública, gracias y por su mayoría absoluta del partido en el poder, como para que la fe haya encontrado ¿acomodo?  en el plan curricular de nuestras escuelas ¿públicas?   

                                               Y recuerdo también aquella anécdota del viejo cura de aldea azotada por una “sequía pertinaz”, que ante las presiones de sus feligreses paisanos para que sacara “al santo” de rogativa, el buen pope, algo descreído tal vez, comentó: “Que si queréis yo saco el santo pero que sepáis que . . . el astro no está de llover”.

                                               Torre del Mar     febrero – 2.015