, para que los domingos pueda reencontrarse con su dignidad perdida en las cloacas de la precariedad, como si fuera una especial habiendo tantos y tantas otras aguardando también una licencia, porque hay lo que hay y el hambre también puede ser reglamentada, faltaría más, como para vernos “asaltados” por puestecillos que pretendieran vendernos cosillas de tan poca monta y escaso valor como para que tampoco, de esa manera, lograran matar el hambre y dejar herida la dignidad.
En fin cosas del ordenamiento urbano y municipal, tanto que exige el corazón helado y la cabeza gélida, para que cada cosa ocupe su puesto, hasta la necesidad, sin aglomeraciones y agobios, a la cola para cuando se produzca una vacante e Inmaculada ya pueda ponerse a malvender los mínimos tesorillos que ofrece a los transeúntes despistados.
En el avatar de la inseguridad que contagia una existencia sin horizonte ni futuro, como para que no se ahogue en una desesperación que, seguro, no la llevaría a ninguna parte, salvo a sentirse viva e indignada. . .que no es poco.
Mientras las cosas de palacio van también tan despacio que marean y producen vértigo, delante de nuestras narices, en un miasma imparable de fango, hez y corrupción generalizada o casi, a pesar de cuantos cantos de sirena aseguran. . . que no es para tanto, que la mayoría están impolutos, aunque aplaudan a sus líderes a rabiar, mientras aquí no devuelve nadie ni un céntimo, cuando la presunción de inocencia sea intocable y las evidencias diluyan las responsabilidades sociales, políticas . . . y vaya para largo la asunción de cualquier sentimiento de vergüenza, . . . que probablemente por eso y para eso eran las primas, las dietas regaladas, los sobresueldos por razón del cargo . . . mientras el FMI recomienda encarecidamente que los parias cobren un 10% menos . . . y hoy, una más, se invita a investigar ciertos cobros, 7.000 euros mensuales, una minucia, del marido de Cospedal, como ya dé lo mismo que la mujer o el marido del césar guarden o no las apariencias de honorabilidad.
Así que la vehemente Inmaculada habrá de guardarse sus razones y su razón por no contribuir a dejar “Cádiz como un zoco”, pasen necesidad mayor o menor los hijos de Inmaculada que quiere ir por lo legal y ya está fichada. . . porque Teófila Martínez lamenta el eco mediático de la intervención de Inmaculada Michinina en el pleno del Ayuntamiento, y ¡hasta ahí podíamos llegar!.
Así que se tramite la licencia en su orden y a su tiempo aunque la urgencia no admita plazos ni demora, por mucho que la rabia y la precariedad nos vayan asfixiando implacablemente.
Torre del Mar 5 – agosto – 2.013