Y ahora, ¿ahora quién se acuerda de las desvalidas ánimas?, desde sus purgatorios personales, según la fe de sus afanes y desengaños, a expensas de las visitas protocolarias, casi de compromiso, de sus deudos y familiares, a cambio de unos ramos de flores sobre las tumbas que retienen a duras penas sus memorias, a escondidas de la felicidad que exigimos a diario y a cada instante, por no caer en la pena de lo que nos aguarda, al término del trayecto, cuando nuestras ánimas ya lo iniciaron años atrás. ¡Qué nos esperen mucho tiempo!.
Relegadas las ánimas porque los tiempos traen novedades y nada es igual, y ya no ampara como debiera la Virgen del Perpetuo Socorro a sus ánimas entradas en pánico, oliendo a azufre, por alcanzar la salvación que despreciaron cuando la vida era "días de vino y rosas", y no se hacían planes para el día de mañana.
Y ahora, en nuestro tiempo, colonizados por las novísimas modas que "no incomodan", ya andamos azogados por el "jalogüín" que nos tiene prestos al consumismo, que es de lo que se trata, calabazas de plástico, disfraces de brujas, zombis, esqueletos y otros espantajos no tomados nada en serio, por celebrar la muerte sin querer saber nada de la muerte, "truco o trato", en un "copia y pega" sin sentido que, por lo visto, entretiene mucho al personal, disfraz va, risa viene, y anda que anda la juerga y que no pare, euro tras euro para que el negocio de la fiesta del miedo de andar por casa sea rentable. ¡Pues claro!. Al cabo de qué se trata si no es de dinero y más dinero.
Y de postre unos "huesitos de santo" y unos "buñuelos de crema, nata o trufa", y a las ánimas que las vayan dando que ¿quién se acuerda de las pobres ánimas abandonadas a su suerte?.
Y nadie echa en falta, siquiera unos segundos, un rato para echar la vista atrás y percatarse de qué es lo que nos aguarda. Mientras sigue la fiesta y el "jalogüín" de este año romperá los "trucos y los tratos", uno vez rascados los bolsillos para poder disfrazarnos de zombis de pacotilla.
Y ¡qué viva el Imperio del negocio redondo!.
Y ¡qué las y los viejos recen a sus ánimas del purgatorio si no quieren divertirse a tope con el nuevo boom del "jalogüín"!.
Torre del Mar octubre – 2.016