La vaselina ayuda a introducir lo que naturalmente no entra, y cuando se carece de ella y el poder lo ordena la operación se llevará a cabo en carne viva, siempre que convenga a la superioridad, por supuesto.
El otro día pude apreciar, en un reportaje en la tele, las bondades y bellezas de una casa rural de antigüedad y prestancia notables, conservada, restaurada y con caro gusto, a 1.000 euros la noche la habitación. Resulta que en el reportaje se preguntaba a una familia joven, guapa y muy presentable, huésped del ennoblecido establecimiento hotelero, cómo había pasado una semana alojada en tal establecimiento, una familia formada por el papá, la mamá y sus tres retoñitas cuasi divinas de bonitas y estilosas. Naturalmente todo fueron buenas palabras y encanto gozado contrastado. Claro que uno que es algo cenizo y le dio por pensar que solamente ese “alojamiento feliz”, ocupando una habitación de a 1.000 euros el día y otra más para las niñas de a 500 euros también el día, y por lo tanto la “cosa de alojarse” en tan único establecimiento, ascendía 10.500 euros . . . aproximadamente el monto anual que cobraría un trabajador que tuviera la suerte de encontrar empleo para un año entero, de a salario mínimo, a 645 euros el mes, y ¡gracias y enhorabuena!.
A esto se le llama desigualdad en estado puro. Desigualdad sangrante y muy llevadera para un sector de la población que puede llegar a creerse lo de que “la recuperación”, al menos a ellos ya les ha llegado, a años luz de los desgraciados que aún están en la mira del FMI, que insiste, ante la pamema del gobierno que ahora mismo no le conviene obedecer a pies juntillas, recordemos que estamos en periodo electoral, que aún se puede seguir “estrangulando” un poco más, si cabe, que aún se puede abaratar y hacer más libre el despido, que también se puede y se debe subir el IVA en productos de primera necesidad, y que, por supuesto, el copago en educación y sanidad será una “cosa muy saludable” . . . presentándonos el futuro que nos “van preparando”.
Mientras el gobierno, nervioso y a la desesperada, avisa y alarma de “lo que nos viene encima” con las escoras del PSOE a la izquierda extrema, ante la bicha antisistema de Podemos, a ver si cuela y vuelven al redil “los díscolos” peperos y remozan el chiringo de las mordidas y cohechos que tan bien les ha ido yendo año tras año. Ahora que miran hacia otro lado y se hacen los desentendidos con toda la mierda que generaron.
Y todo me termina por recordar, cuando el esplendor del capitalismo más rentable, en plena efervescencia de las grandes empresas, cómo éstas pagaban en “vales”, no en dinero, para que los trabajadores fueran a intercambiarlos, en los propios economatos montados por las mismas empresas, por comida, ropa y enseres muy imprescindibles. . . Luego luchas de reivindicaciones obreras, a sangre y fuego, lograron mejoras sustanciales, junto al convencimiento patronal de que los trabajadores “mejor tratados” incluso rendirían más. . . y así hasta la explosión del consumismo y los estados del bienestar sobre hueras burbujas, . . . hasta hoy donde toda apretar de nuevo la tuerca que deje sin aliento al desgraciado. . . hasta que tome conciencia de su insignificancia, cuando solo toque dar gracias por llegar vivo y maltrecho a la siguiente jornada, y todo bajo palio del fanatismo, el odio, el miedo y la intransigencia contra . . . quienes todavía tengan menos que nosotros y osen venir a disputar nos nuestras migajas.
Torre del Mar junio – 2.015