L A V I D A E S A S Í

  • Categoría de la entrada:Opinión

en preferente los tres partidos tan soberbios, tan animosos que defendieron y animaron, y trataron de ocultar hasta ponerse de puntillas como si solo hubiesen sido “conocidos”, porque ya no había otra escapatoria cuando pillaron a sus “golfos” particulares. . . .porque además son cobardes.

                                                            Rodeados pues de fulleros, ladrones de guante blanco, trileros de pedigrí, arribistas forrados hasta las trancas, mercachifles comprados de antemano, sujetos a toda componenda, soborno, chantaje, por bien del total acumulado, a paso de trampuchería calculada, pura ingeniería para robar y saquear. . . los fondos y las arcas públicas . . . en una cuasi perfecta trama estructural de la que ahora quieren desprenderse como de la peste.

                                                            Mientras los responsables políticos sacan la cabeza, a duras penas y con desparpajo inaudito, de la miasma infame y nauseabunda dándose por no enterados. Y la ciudadanía ha de soportar el descaro de quienes se empeñan en gobernarnos sin asumir ni una sola responsabilidad política, por su incompetencia en el mejor de los casos, por su colaboración necesaria, nos expliquen lo que nos expliquen, de tales dirigentes.

                                                            Y la hez destila a diario, lo insoportable, lo inadmisible, lo injusto hacia una ciudadanía que no solo ha tenido que aguantar el saqueo de lo público si no, ahora mismo, soportar el desparpajo de los miserables que no sueltan el machito del poder, ni por vergüenza, ni por decencia.

                                                            Y uno se acuerda del refrán muy español que proclamaba aquello de “dime con quién andas y te diré quién eres”.

                                                            Y esa debe ser su condena moral, su descalificación inaceptable, y uno aún no entiende que, figuradamente, no se les haya desalojado “gorrazos” éticos barriendo tanta desfachatez como latrocinio amparados . . . por los mismos que “engordaron” la pícara enjundia de una sociedad podrida, sin conciencia, sin alma, con los dedos tan largos como cortos sus escrúpulos, escondidos los tahúres que ocuparon altos cargos y que ahora se arrastran por los bufetes de abogados. . . por ver si se pueden librar de la condena que se merecen, sin paliativos.

                                                            Y de paso, por mucho que ahora no “quieran saber nada”, sus compañeros de partido están tan sucios como quienes han sido pillados por mucho que se empeñen en dar de lado a “sus amiguitos del alma”.

                                                            Solo hace falta que les sepamos poner en su sitio, democráticamente desde luego, a tomar viento fresco para airear su fétida actuación pública y política.

 

                                                            Torre del Mar    octubre – 2.015