La barca de jábega entra en la escuela

La misma charla también se ha ofrecido a alumnos del instituto del Palo.

Si algo llama la atención, es la concentración con la que los niños siguen las primeras palabras de Felipe Foj, presidente de la ABJ, que señala que la barca de jábega «es única, preciosa y elegante» y destaca que seguro que en la clase los alumnos tendrán familiares que hayan sido pescadores y sepan de esta embarcación, que en nuestros días podemos encontrar en las playas del Rincón, La Cala, el Palo y Pedregalejo.
Y para pasar a los ejemplos, Pablo Portillo, autor junto a José Luis García Cobos de la Memoria histórica de la barca de jábega y sus regatas en el Puerto de Málaga, va comentando una serie de diapositivas en las que aparecen viejas imágenes de pesca con la barca y también señala las partes de la embarcación, con esa característica roda de popa (el remate de atrás) y el pico y tajamar que parecen abrirse camino juntos entre las olas en la proa.

Hubo también tiempo para escuchar el cante flamenco asociado a la barca, los jabegotes, interpretados por el Niño de las Moras, cuyo busto preside una placita de El Palo.

Y por supuesto, espacio para hablar del ojo fenicio pintado en la proa y que constata que la jábega es una reliquia en plena forma a pesar de sus probables cerca de 3.000 años de vida.

Pero aparecieron los merenderos, aumentaron las necesidades de más pescado para los clientes y las barcas de jábega, que llegaron a ser 500 a comienzos del siglo XX, empezaron a mermar en número porque no podían competir con las arrastreras grandes.

En nuestros días, se emplea para disfrutar de ellas y en las competiciones deportivas. De hecho, la ABJ organizó este año en el instituto del Palo cursos de remo que terminaron con un bautismo del remo en barca.

Y tras un vídeo con más imágenes y explicaciones sobre la jábega, empezó la clase práctica de manos de Ricardo Pérez, un veterano pescador que contó a los niños, en medio de un gran silencio, cómo comenzó a hacer «la piarda» para no ir al colegio y terminó siendo un niño «embarcado en la mar». Ricardo contó la vez que al regresar a tierra se encontró con que su mujer, que estaba embarazada, ya había dado a luz y confesó que «también se sufre mucho en la mar, porque sólo ves el cielo y agua y si te pones malo te la tienes que jugar ahí».

El veterano jabegote ofreció a los niños la oportunidad de conocer cómo se tira de la tralla para sacar el copo y cómo se engancha con un perfecto juego de muñeca, a una de las cuerdas de la red, o para emplear los términos clásicos de Málaga, cómo se azoca la tralla a la beta del arte.

Un bosque de manos se presentó voluntario y todos ellos, unos pocos a la primera, consiguieron enganchar la tralla y tirar de ella entre aplausos.

La presentación en el colegio de la jábega no terminó con esta hora intensa y marinera. La ABJ ha convocado para los niños un concurso de dibujo sobre la barca y la pesca (tienen de plazo hasta el martes). Los doce mejores trabajos se expondrán en el centro de servicios sociales de Málaga Este durante la Navidad y sus autores harán una visita guiada a los Astilleros Nereo y su museo. La barca hace escuela

Fuente: La Opinión de Málaga